La temporada pasada de los Vikings fue una montaña rusa. La salida de Kirk Cousins tras seis años y la apuesta por el joven talento de J.J. McCarthy prometía una nueva era en Minnesota. Sin embargo, la lesión de McCarthy en pretemporada obligó a recurrir a Sam Darnold, quien, a pesar de una temporada estadísticamente brillante (más de 4,000 yardas, 35 touchdowns y solo 12 intercepciones), sucumbió bajo la presión en los playoffs. Su desastrosa actuación en la ronda de Comodines, con nueve capturas, selló su destino y dejó el camino libre para McCarthy.

Ahora, con la rodilla recuperada, McCarthy tiene la oportunidad de demostrar su valía. El tiempo perdido es un factor crucial, pero cuenta con armas de élite a su disposición. Justin Jefferson, uno de los mejores receptores de la NFL, y el talentoso Jordan Addison forman una dupla explosiva que puede marcar la diferencia en cada jugada. La competencia por el tercer puesto de receptor entre Jalen Nailor y el veloz novato Tai Felton añade aún más intriga al ataque vikingo. Felton, con su velocidad electrizante, parece tener la ventaja y las expectativas de la directiva son altas.

El estilo de juego de McCarthy, más conservador que el de Darnold, plantea interrogantes. Si bien Darnold lideró la liga en pases largos completados, McCarthy prioriza la precisión y la gestión del juego. Su promedio de 22 pases por partido en Michigan contrasta con los más de 30 que promediaron los Vikings la temporada pasada. El entrenador Kevin O'Connell tendrá la tarea de guiar a McCarthy en su adaptación a la NFL, priorizando la paciencia y el desarrollo gradual.

La directiva, consciente de la importancia de proteger a su joven quarterback, ha invertido en reforzar la línea ofensiva. La llegada de Ryan Kelly y Will Fries, junto con la selección del novato Donovan Jackson en el Draft, busca brindar a McCarthy el tiempo necesario para ejecutar las jugadas.

En el juego terrestre, la incorporación de Jordan Mason, quien brilló con los 49ers, complementa a la perfección al veterano Aaron Jones. Mason, con su potencia y visión de campo, promete un ataque terrestre dinámico y efectivo. A pesar de la destacada temporada de Jones con más de 1,500 yardas totales, su edad (30 años) sugiere un rol más complementario.

La defensiva, una de las fortalezas del equipo en 2024 gracias a la agresiva estrategia de Brian Flores, buscará mantener su alto nivel. Con 49 capturas y 33 robos de balón la temporada pasada, la defensa liderada por Harrison Smith será clave para las aspiraciones del equipo.

La afición de los Vikings tiene motivos para ilusionarse, pero la paciencia será fundamental. McCarthy necesitará tiempo para adaptarse y alcanzar su máximo potencial. El talento que lo rodea, sin embargo, puede facilitar su transición y convertir a los Vikings en un equipo peligroso en la Conferencia Nacional, a pesar de un calendario complicado. El pronóstico de 8-9 refleja la incertidumbre que rodea al equipo, pero el potencial para superar las expectativas está presente. La temporada 2025 promete ser emocionante para los Vikings y sus aficionados. El futuro de la franquicia descansa sobre los hombros de J.J. McCarthy, y el mundo de la NFL estará observando atentamente su desarrollo.

Diego Carreño

@diegocarrenoff