El verano, época de sol, relax y… ¿atracones? Aunque para muchos las vacaciones son sinónimo de descanso y diversión, para otros pueden ser un caldo de cultivo para el aburrimiento y el estrés, emociones que a menudo nos llevan a buscar consuelo en la comida. Es fácil caer en la tentación de snacks poco saludables que, si bien ofrecen una satisfacción inmediata, pueden tener consecuencias negativas para nuestra salud a largo plazo. Pero no todo está perdido. Existen alternativas deliciosas y nutritivas que nos permiten disfrutar del verano sin remordimientos, manteniendo a raya el aburrimiento y el estrés a través de una alimentación balanceada.

Precisamente, la reconocida influencer y dietista Paola, nos comparte una receta refrescante, fácil y divertida, ideal para preparar en familia durante las vacaciones: galletas congeladas de yogur griego y frutos rojos. Una opción perfecta para saciar esos antojos repentinos, especialmente en los más pequeños. Esta receta, además de ser deliciosa, es una excelente actividad para compartir con los niños, ya que no requiere horno y permite la participación de todos en la cocina. Su versatilidad es otro punto a favor, dando la posibilidad de intercambiar ingredientes y adaptarla a los gustos de cada uno.

El yogur griego se ha convertido en un ingrediente estrella para quienes buscan un estilo de vida saludable. Su riqueza en nutrientes como proteínas, calcio y magnesio, lo convierte en un alimento completo y versátil. Además, su sabor neutro permite combinarlo tanto con ingredientes dulces como salados, abriendo un abanico de posibilidades culinarias. En esta receta, la combinación del yogur griego con la frescura de los frutos rojos crea una explosión de sabor y una textura irresistible. Para un toque aún más gourmet, se pueden decorar con crema de almendras y, para los más golosos, se puede sustituir o complementar la fruta con chocolate amargo. ¡Imaginación al poder!

Mantener estas galletas en el congelador las convierte en el snack perfecto para combatir el calor del verano. Son fáciles de tomar, refrescantes y, lo más importante, saludables. Una alternativa inteligente a las opciones procesadas, que nos ayuda a mantener una alimentación equilibrada y a evitar los excesos.

Pero, ¿por qué caemos en la tentación de comer en exceso cuando estamos aburridos o estresados? Hugo Sánchez Castillo, académico de la Facultad de Psicología de la UNAM, explica que el hambre puede generar una sensación ligada al estrés fisiológico por la falta de energía. Esta sensación, si no se controla, puede derivar en irascibilidad y afectar nuestra capacidad de concentración. “Al comer, activamos el ‘circuito de recompensa’, lo que intensifica el sabor de los alimentos. Ante comidas favoritas, generamos más dopamina”, indica el experto. Esta liberación de dopamina nos genera una sensación de bienestar, lo que explica por qué, en situaciones de estrés, ansiedad o depresión, muchas personas buscan consuelo en la comida. Sin embargo, este comportamiento puede convertirse en un círculo vicioso, derivando en una adicción alimentaria. Por ello, es fundamental ser conscientes de nuestras emociones y buscar alternativas saludables para gestionarlas, como la práctica de ejercicio, técnicas de relajación o, simplemente, disfrutar de actividades que nos gusten. La receta de Paola nos ofrece una opción deliciosa y saludable para combatir los antojos y disfrutar del verano sin poner en riesgo nuestra salud. Una alternativa que nos demuestra que comer sano no tiene por qué ser aburrido.