Logo
NOTICIAS
play VIDEOS

Inicio > Noticias > Entretenimiento

24 de julio de 2025 a las 16:20

El apodo secreto de Chespirito

Mucho se ha especulado sobre el origen del apodo "Chespirito", ese nombre que resonó en la infancia de millones y que se convirtió en sinónimo de risas, ingenio y un humor blanco que trascendió fronteras. Si bien Roberto Gómez Bolaños, el hombre detrás del entrañable Chavo y del torpe pero bienintencionado Chapulín Colorado, ya no se encuentra entre nosotros, su legado sigue vivo, y con él, la curiosidad por conocer los detalles de su vida, incluyendo la génesis de ese peculiar sobrenombre.

La historia, como muchas de las buenas historias, tiene un toque de casualidad y un gran componente de admiración. Corría la década de los 50, una época de efervescencia creativa en México, y Roberto, un joven ingeniero de la UNAM, comenzaba a dar sus primeros pasos en el mundo del espectáculo, no frente a las cámaras, sino detrás de ellas, como guionista. Su talento para la escritura, su capacidad de tejer diálogos ingeniosos y situaciones cómicas no pasó desapercibida para Agustín P. Delgado, un reconocido director de cine de la época, quien tuvo la oportunidad de trabajar con el futuro Chespirito.

Impresionado por la habilidad de Roberto para crear historias que, a pesar de su aparente sencillez, contenían una profunda comprensión de la naturaleza humana, Delgado comenzó a referirse a él cariñosamente como "Chespirito". La razón detrás de este apodo, como se ha revelado en diversas entrevistas y en la bioserie del comediante, reside en una combinación de factores: la baja estatura de Roberto y su innegable talento para la escritura, que recordaba, según Delgado, al gran dramaturgo inglés William Shakespeare. "Chespirito", entonces, se convirtió en una especie de diminutivo castellanizado de Shakespeare, un reconocimiento a la genialidad de Gómez Bolaños, pero en una escala más "pequeña", haciendo alusión a su físico.

El propio Roberto, con la humildad y el buen humor que lo caracterizaban, aceptó el apodo con orgullo, convirtiéndolo en su sello personal, en la marca que acompañaría a todos sus proyectos y que lo catapultaría a la fama internacional. Es interesante observar cómo este apodo, aparentemente casual, se convirtió en una premonición de la grandeza que alcanzaría. Al igual que Shakespeare, Chespirito creó un universo propio, poblado de personajes entrañables, frases que se quedaron grabadas en la memoria colectiva y un estilo de humor universal que continúa resonando en nuevas generaciones.

Más allá de la anécdota del apodo, lo que realmente importa es el legado de Roberto Gómez Bolaños. Un hombre que, a través de su creatividad y su sensibilidad, logró conectar con millones de personas, regalándonos momentos de alegría y enseñanzas que trascendieron la pantalla. "Chespirito" no solo es un apodo, es un símbolo de la magia de la televisión, del poder del humor y de la capacidad de un individuo para dejar una huella imborrable en el corazón del público. Y si bien la "Ch" se repite en muchos de sus personajes, como el Chavo, el Chapulín Colorado, el Chómpiras o el Chaparrón Bonaparte, no es una obsesión, sino una coincidencia que se suma a la mística y al encanto de su universo creativo. Un universo que, gracias a la genialidad de "Chespirito", seguirá vivo por muchas generaciones más.

Fuente: El Heraldo de México