Adentrarse en el universo creativo de Diego de Erice es como sumergirse en un laberinto de significado, donde la aparente simplicidad de un conejito, ausente (No Bunny), se convierte en la puerta de entrada a una profunda reflexión sobre la existencia. Este juego de palabras, un guiño a la filosofía de Heidegger, no es un mero capricho estético, sino el reflejo de una búsqueda constante, una exploración artística que ha llevado a De Erice a consolidarse como una figura destacada en el panorama artístico contemporáneo. Desde las vibrantes calles de Nueva York hasta la exclusiva atmósfera de Art Basel en Miami, su obra ha resonado con un público ávido de conectar con esa esencia intangible que se esconde tras la superficie. Tres años consecutivos con sold out en la Semana del Arte en México y su reciente incursión en Zona Maco son testimonio de la fuerza expresiva de su propuesta.

Ahora, este viaje creativo da un nuevo giro, una evolución natural que se materializa en una alianza excepcional con Liria Jewels. No se trata simplemente del lanzamiento de una línea de joyería, sino de una fusión de almas, una sinergia entre la visión artística de De Erice y la maestría joyera de los hermanos Aguilera. Ramón Aguilera, CEO de la firma, describe este encuentro como una "aventura de la mano del arte, de las gemas y de la espiritualidad". Y es precisamente esa espiritualidad, esa búsqueda de significado, lo que impregna cada pieza de esta colección de edición limitada.

Imaginen un almuerzo en el Soho House, un ambiente cosmopolita y vibrante, donde las palabras se quedan cortas y el compromiso nace de la admiración mutua y el respeto por el arte. Así surgió la chispa que dio vida a esta colaboración, un diálogo creativo entre la profundidad conceptual de De Erice y la exquisita artesanía de Liria Jewels. El resultado es una colección de 12 colgantes, cada uno adornado con una piedra de nacimiento, una gema cuidadosamente seleccionada que no solo embellece la pieza, sino que le otorga un significado único, una conexión personal con quien la porta.

Virginia Aguilera, directora de marketing de Liria Jewels, describe este proceso como un "viaje espectacular, profundo, maravilloso", un testimonio de la pasión y la dedicación que se han invertido en cada detalle. La elección de las piedras no es arbitraria, sino que se basa en la profunda simbología que Liria Jewels otorga a las gemas, un valor añadido que transforma cada colgante en un talismán personal, un reflejo de la identidad y la energía de quien lo lleva.

Esta colección, disponible en la página web de Liria Jewels, no es solo un accesorio de moda, es una declaración de intenciones, una invitación a conectar con nuestra propia esencia a través del arte y la belleza. Es la oportunidad de llevar consigo un fragmento del universo creativo de Diego de Erice, una pequeña obra de arte que nos recuerda la importancia de buscar la belleza en lo simple, el significado en lo aparente, la esencia en la ausencia. Es, en definitiva, una joya que trasciende lo material para convertirse en un símbolo de nuestra propia búsqueda, de nuestro propio camino hacia la comprensión del ser.