La promesa de un nuevo automóvil se transformó en una tragedia que enluta a una familia en la alcaldía Iztapalapa. Martín, de tan solo 35 años, vio truncados sus sueños de la manera más cruel: víctima de un engaño que culminó en un asalto a mano armada y su posterior fallecimiento. La red social Facebook, plataforma que en tantas ocasiones conecta y facilita transacciones, se convirtió en el escenario de una trampa mortal. Los presuntos vendedores, convertidos en victimarios, utilizaron la ilusión de un auto en venta para atraer a Martín y a su acompañante a una emboscada.

110 mil pesos. Esa era la cantidad que Martín llevaba consigo, el fruto de su esfuerzo y el precio de la promesa de un nuevo vehículo. Dinero que, lamentablemente, se convirtió en el motivo de su asesinato. Los asaltantes, al menos tres sujetos según los informes, interceptaron a Martín y a su acompañante en las calles de la colonia Santa Cruz Meyehualco. Ante la negativa de Martín a entregar el efectivo, la violencia se desató. Los disparos resonaron en la tranquilidad de la colonia, dejando a Martín gravemente herido y a su acompañante en estado de shock.

La rápida respuesta de los servicios de emergencia no fue suficiente. A pesar de los esfuerzos médicos, Martín no resistió las heridas de bala y perdió la vida, dejando un vacío irreparable en su familia y amigos. Mientras tanto, los responsables del crimen emprendían la huida a bordo de una motocicleta tipo cross, color gris con vivos negros y rojos, y una motoneta color verde con gris, descripciones que se convertirían en piezas clave para la posterior investigación.

La Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC), en una carrera contra el tiempo, activó todos sus recursos para dar con los responsables. El C2 Oriente, pieza fundamental en la estrategia de seguridad de la ciudad, implementó un cerco virtual que permitió rastrear los movimientos de los sospechosos. La precisión tecnológica, combinada con la información proporcionada por el acompañante de Martín, condujo a la detención de un hombre de 32 años en la esquina de la calle 47 y calle 10, en la misma colonia donde se perpetró el crimen. En su poder, se encontró un tarjetero perteneciente a la víctima, una prueba contundente que lo vincula al trágico suceso.

El detenido fue puesto a disposición del Ministerio Público, donde se definirá su situación jurídica. La investigación continúa abierta, buscando esclarecer todos los detalles del crimen y dar con el paradero de los demás implicados. Este caso nos recuerda la importancia de extremar precauciones al realizar transacciones en línea, especialmente cuando se trata de grandes sumas de dinero. La promesa de una buena oferta puede esconder peligros inimaginables. Es vital verificar la identidad de los vendedores, optar por lugares seguros para realizar el intercambio y, ante cualquier sospecha, desistir de la operación y reportar a las autoridades. La vida de Martín es un doloroso recordatorio de que la seguridad no tiene precio.