La tranquilidad comienza a ser una constante en las calles de Nuevo León. Tras años de incertidumbre, los neoloneses respiran un aire diferente, un aire de cambio. Las cifras, frías y contundentes, hablan por sí solas: una significativa disminución en los delitos de alto impacto coloca al estado por debajo de la media nacional, un logro que no se alcanzaba desde hace años. No se trata de un hecho aislado, sino del fruto de un esfuerzo constante, una estrategia integral que ha logrado revertir la tendencia y dibujar un panorama esperanzador.

El gobernador Samuel García, al frente de la Mesa de Seguridad, ha destacado la importancia de este logro sin precedentes. La reducción de los feminicidios en un 90% es un dato que impacta, una victoria en la lucha contra la violencia de género que nos invita a redoblar esfuerzos. La disminución en los homicidios, superior al 80%, es otra muestra del camino recorrido, un testimonio del compromiso con la seguridad de todos los ciudadanos. Pero la tendencia a la baja no se limita a estos delitos, sino que se extiende a todo el espectro, con reducciones que oscilan entre el 20% y el 60%. Un avance significativo que nos aleja del fantasma de la inseguridad y nos acerca a la paz social que tanto anhelamos.

El camino no ha sido fácil. Desde el inicio de la administración, Nuevo León se enfrentó al desafío de ser uno de los estados más violentos del país. Sin embargo, la perseverancia y la estrategia han dado sus frutos. Hoy, el estado se ubica en el lugar número 20, dejando atrás la sombra de la inseguridad y consolidando un presente de tranquilidad. La meta es clara: continuar trabajando para mejorar la seguridad pública y convertir a Nuevo León en un referente nacional.

A pesar de las adversidades, como la crisis del Covid-19 y la escasez de agua, el gobierno estatal nunca dejó de lado la seguridad. La inversión en la nueva Fuerza Civil, considerada hoy la mejor policía de México, y la coordinación con las fuerzas federales han sido pilares fundamentales en esta lucha. La llegada del nuevo Fiscal, Javier Flores, ha inyectado un nuevo ímpetu a la procuración de justicia, fortaleciendo las instituciones y generando resultados tangibles. La colaboración con los alcaldes, a través de la Mesa de Coordinación Metropolitana, ha permitido un abordaje integral de la problemática, uniendo esfuerzos y optimizando recursos.

Este 2025 se perfila como el mejor año en seguridad pública de la última década en Nuevo León. Un logro que nos invita a celebrar, pero también a redoblar esfuerzos. La seguridad es una tarea de todos, un compromiso conjunto que nos permite construir un futuro más tranquilo y próspero para todos los neoloneses. El cambio es una realidad, la tranquilidad es posible, y Nuevo León está demostrando que con trabajo y dedicación, se pueden alcanzar grandes metas. La invitación es a sumarnos a este esfuerzo, a ser parte de la transformación y a construir juntos un Nuevo León más seguro para todos.