
24 de julio de 2025 a las 00:20
Latinoamérica Atrae a Ricos
La afluencia de grandes fortunas a Costa Rica y Panamá no es un fenómeno repentino, sino la culminación de una tendencia que se ha ido consolidando en los últimos años. Estos dos países centroamericanos se han convertido en verdaderos imanes para aquellos que buscan un refugio seguro para su capital y un estilo de vida privilegiado, en un contexto global marcado por la incertidumbre económica y la creciente presión fiscal en muchas naciones desarrolladas.
El atractivo de Costa Rica y Panamá reside en una combinación de factores que los diferencia del resto de la región. Más allá de la evidente ventaja fiscal, con la ausencia de impuestos sobre herencias y sucesiones, y en el caso de Panamá, una tasa muy competitiva sobre las ganancias de capital, existe un componente cualitativo que resulta determinante. Hablamos de la tranquilidad y la seguridad que ofrecen, un bien preciado en un mundo cada vez más convulso. Esta percepción de seguridad, sumada a la estabilidad política y social, crea un entorno propicio para la inversión y el establecimiento de familias.
No podemos olvidar el exuberante patrimonio natural de ambos países. Desde las playas paradisíacas del Pacífico y el Caribe, hasta las imponentes selvas tropicales que albergan una biodiversidad única, Costa Rica y Panamá ofrecen un contacto privilegiado con la naturaleza, un aspecto cada vez más valorado por las élites globales. A esto se suma una oferta cultural vibrante, con una rica tradición artesanal y gastronómica, que enriquece la experiencia de quienes deciden establecerse en estas tierras.
El desarrollo de infraestructuras de primer nivel, con zonas residenciales exclusivas que ofrecen todo tipo de comodidades y servicios, consolida la imagen de Costa Rica y Panamá como destinos ideales para la inversión y el disfrute de un alto nivel de vida. La presencia de comunidades internacionales y la facilidad para la obtención de residencias también contribuyen a este atractivo.
La fuga de capitales de países como Brasil, Colombia, México y Argentina, contrasta con la creciente llegada de millonarios a Centroamérica. Este fenómeno refleja una búsqueda de estabilidad y oportunidades en un contexto regional complejo. Mientras las grandes economías latinoamericanas se enfrentan a desafíos económicos y políticos, Costa Rica y Panamá se presentan como oasis de tranquilidad y prosperidad, atrayendo no solo a capitales latinoamericanos, sino también a inversionistas provenientes de Norteamérica y otras regiones del mundo.
Este flujo migratorio de altos patrimonios tendrá un impacto significativo en la economía de Costa Rica y Panamá. Se espera un impulso en el sector inmobiliario, el turismo de lujo y otros sectores relacionados, generando nuevas oportunidades de empleo y contribuyendo al crecimiento económico. Sin embargo, también es importante considerar los posibles desafíos que esta nueva realidad puede presentar, como la necesidad de adaptar las infraestructuras y servicios a la creciente demanda, y garantizar una distribución equitativa de los beneficios para toda la población.
Fuente: El Heraldo de México