
23 de julio de 2025 a las 18:35
Hidalgo: Pobladores protegen huachicol
La tensión se palpa en el aire de San Mateo La Curva. El eco de las piedras contra el metal, el griterío desafiante de los pobladores, la retirada estratégica de las fuerzas del orden… una escena que se repite con creciente frecuencia en este rincón de Tepetitlán, Hidalgo, un municipio marcado a fuego por el estigma del huachicoleo. Lo que a simple vista podría parecer un acto de rebeldía aislada, revela una problemática mucho más profunda, una compleja red de complicidades y necesidades que ha convertido el robo de hidrocarburos en una actividad casi endémica.
La reciente confrontación entre pobladores y fuerzas federales, donde el intento de asegurar hidrocarburo robado se vio frustrado por una lluvia de piedras y palos, no es un hecho aislado. Es la punta del iceberg de una realidad que hunde sus raíces en la pobreza, la falta de oportunidades y la normalización de una actividad ilícita que, a pesar de sus riesgos, se presenta como una alternativa de supervivencia para muchas familias.
Si bien las autoridades, tanto estatales como federales, reconocen la gravedad del problema y han implementado operativos para combatir el huachicoleo, la realidad en el terreno es mucho más compleja. La resistencia de los habitantes de San Mateo La Curva no se limita a la defensa de una actividad ilegal, sino que refleja la desconfianza hacia las instituciones, la percepción de abandono y la falta de alternativas viables para generar ingresos.
La Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) ha señalado a San Mateo La Curva como un foco rojo en el mapa del huachicoleo. Pemex, por su parte, ubica a Tepetitlán en el preocupante puesto 42 a nivel nacional en cuanto a tomas clandestinas. Las cifras son alarmantes y la tendencia, lamentablemente, va en aumento. Pero más allá de las estadísticas, es crucial comprender el contexto social que alimenta este fenómeno. ¿Qué lleva a una comunidad entera a arriesgarse a enfrentamientos con la ley para proteger una actividad ilícita? ¿Qué alternativas se les ofrecen a quienes ven en el huachicoleo su única fuente de ingresos?
Si bien el Secretario de Seguridad Pública estatal, Salvador Cruz Neri, destaca los esfuerzos por combatir este delito y celebra que Hidalgo haya dejado de ocupar el primer lugar nacional en tomas clandestinas, la batalla está lejos de ganarse. La verdadera victoria no se medirá en número de operativos o decomisos, sino en la capacidad del Estado para ofrecer alternativas reales de desarrollo a las comunidades afectadas, en la reconstrucción del tejido social y en la generación de confianza en las instituciones.
El camino es largo y complejo. Requiere un enfoque integral que vaya más allá de la represión y se centre en la prevención, la educación y la generación de oportunidades. Es necesario escuchar las voces de las comunidades, comprender sus necesidades y trabajar de la mano para construir un futuro donde el huachicoleo no sea la única opción. Mientras tanto, la tensión seguirá latente en San Mateo La Curva y en tantos otros lugares donde la sombra del huachicol oscurece el horizonte. La pregunta sigue en el aire: ¿cuándo se apagará la llama de la desesperanza que alimenta este fuego ilegal?
Fuente: El Heraldo de México