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23 de julio de 2025 a las 04:55

Ex te acosa en línea? INEGI alerta.

El ciberacoso, una sombra digital que acecha en la era de la hiperconexión, continúa extendiendo sus tentáculos, alcanzando a casi 19 millones de personas mayores de 12 años en México, según los alarmantes datos del INEGI. Si bien el anonimato virtual ofrece un escudo a muchos agresores, la cruda realidad es que la amenaza a menudo proviene de rostros familiares, de personas que alguna vez formaron parte de nuestro círculo íntimo.

El espectro del exnovio, la exnovia, la expareja, se cierne sobre el 5.7% de las víctimas de ciberacoso, un incremento preocupante respecto al 4.9% registrado en 2023. Esta cifra nos obliga a reflexionar sobre la toxicidad que puede persistir tras el fin de una relación, manifestándose en forma de acoso digital, una forma insidiosa de violencia que vulnera la privacidad y el bienestar emocional. ¿Qué mecanismos fallan a la hora de proteger a las víctimas de este tipo de agresiones? ¿Cómo podemos, como sociedad, construir un entorno digital más seguro, donde el fin de una relación no se traduzca en una pesadilla virtual?

La situación se torna aún más desoladora cuando el agresor pertenece al núcleo familiar. Aunque el porcentaje se mantiene relativamente estable, con un ligero aumento del 3.4% al 3.5% en 2024, cada caso representa una profunda traición a la confianza y al afecto que deberían imperar en el seno familiar. ¿Qué lleva a un familiar a convertirse en acosador? ¿Cómo podemos identificar y abordar estas dinámicas tóxicas antes de que escalen a la violencia digital?

Si bien los casos de ciberacoso por parte de compañeros de clase o trabajo han disminuido, la cifra del 8% sigue siendo alarmante. El entorno laboral y educativo, espacios donde la convivencia diaria es inevitable, se convierten en campos de batalla virtuales para las víctimas, quienes ven afectada su productividad, su concentración y su salud mental. Es imperativo implementar estrategias de prevención y atención en estos ámbitos, creando protocolos claros y efectivos para denunciar y sancionar el ciberacoso.

La disminución del ciberacoso entre amigos, del 10.4% al 8.7%, ofrece un atisbo de esperanza, sugiriendo que la concienciación sobre este problema está comenzando a calar en las relaciones interpersonales. Sin embargo, la lucha está lejos de terminar. Debemos continuar promoviendo la empatía y el respeto en el mundo digital, educando a las nuevas generaciones sobre los peligros del ciberacoso y las consecuencias devastadoras que puede tener para las víctimas.

Desde insultos y burlas hasta la divulgación de información privada y amenazas, el ciberacoso se manifiesta de múltiples formas, dejando cicatrices profundas en la vida de quienes lo sufren. Es crucial recordar que detrás de cada estadística hay una persona real, con emociones y vulnerabilidades. No podemos permitir que el ciberacoso se normalice. Debemos alzar la voz, denunciar los casos que presenciemos y brindar apoyo a las víctimas. La construcción de un entorno digital seguro es una responsabilidad compartida.

Fuente: El Heraldo de México