
24 de julio de 2025 a las 00:20
Cae el segundo de La Barredora
La sombra de la incertidumbre se cernía sobre Acapulco, un manto de inquietud que parecía haberse instalado en cada rincón de la ciudad costera. Pero este miércoles 23 de julio, un rayo de esperanza, tenue pero perceptible, atravesó la densa atmósfera de temor. La noticia resonó con la fuerza de un trueno: Ulises "N", alias "El Pinto", segundo al mando de la temida organización criminal "La Barredora", había sido finalmente capturado.
La detención, llevada a cabo en un operativo conjunto de las fuerzas federales y estatales, marca un hito en la lucha contra el crimen organizado que azota la región. Durante años, "La Barredora" ha sembrado el terror en Acapulco, imponiendo su ley a través de la extorsión, el secuestro y el homicidio. Su influencia, como una telaraña venenosa, se extendía por todos los estratos sociales, paralizando el desarrollo económico y social del puerto.
"El Pinto", figura enigmática y despiadada, era considerado el cerebro detrás de las operaciones más complejas de la organización. Su captura no solo representa un duro golpe a la estructura de "La Barredora", sino que también envía un mensaje contundente: la impunidad tiene sus días contados.
Las autoridades han mantenido un estricto hermetismo sobre los detalles del operativo, alimentando las especulaciones y los rumores en las calles de Acapulco. Se sabe que la detención se produjo en la madrugada, en un domicilio ubicado en la zona Diamante, uno de los puntos neurálgicos de la ciudad. Testigos presenciales hablan de un despliegue impresionante de fuerzas de seguridad, con helicópteros sobrevolando la zona y un cerco policial que impidió cualquier posibilidad de escape.
La captura de "El Pinto" abre una nueva etapa en la lucha contra "La Barredora". Se espera que su testimonio sea crucial para desentrañar la compleja red de complicidades que ha permitido a la organización operar con impunidad durante tanto tiempo. Además, se confía en que esta detención desestabilice la estructura interna del grupo criminal, facilitando la captura de otros miembros clave, incluyendo a su líder, quien permanece aún en las sombras.
Sin embargo, la euforia inicial debe ser templada con cautela. La historia nos ha enseñado que la caída de un capo no siempre significa el fin de la organización. Es fundamental que las autoridades mantengan la presión, fortalezcan las instituciones y promuevan la cooperación ciudadana para evitar que "La Barredora" se reagrupe o que surjan nuevos grupos criminales para ocupar su lugar.
El futuro de Acapulco depende, en gran medida, de la capacidad del Estado para consolidar los avances logrados con la captura de "El Pinto". La sociedad acapulqueña, cansada de la violencia y la inseguridad, exige justicia y paz. La detención de "El Pinto" es un paso importante en esa dirección, pero aún queda un largo camino por recorrer. La esperanza, sin embargo, ha vuelto a encenderse, como un faro en medio de la tormenta, guiando el camino hacia un futuro mejor.
Fuente: El Heraldo de México