
23 de julio de 2025 a las 10:00
AIFA: ¿Despegue o turbulencia?
La tensión entre México y Estados Unidos por el acuerdo aéreo bilateral se intensifica, poniendo a prueba la capacidad de la nueva administración de Claudia Sheinbaum para navegar en aguas turbulentas. La acusación del Departamento de Transporte estadounidense de incumplimiento del acuerdo no es un asunto menor, ya que amenaza con desestabilizar la alianza estratégica entre Aeroméxico y Delta, un pilar fundamental para la conectividad aérea entre ambos países. La fecha límite de octubre se cierne como una espada de Damocles sobre la diplomacia mexicana, obligando a una respuesta rápida y efectiva.
El origen del conflicto se remonta a la administración anterior, donde la falta de respuestas claras y la aparente ausencia de voluntad política para entablar un diálogo constructivo con la contraparte estadounidense sembraron la semilla de la discordia. Decisiones unilaterales como el recorte de operaciones en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) y el forzado traslado de carga al Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA), implementadas sin el consenso necesario y sin la debida justificación técnica, han contribuido a la escalada de la tensión. Ahora, el gobierno de Sheinbaum hereda este complejo escenario, obligado a lidiar con las consecuencias de las acciones pasadas.
Estados Unidos, al señalar el "fuera de lugar" de México, no busca defender los intereses particulares de Delta, sino más bien preservar el equilibrio establecido en el tratado bilateral. La modificación de las reglas del juego sin respetar los acuerdos preestablecidos es la piedra angular de la acusación. La Agencia Federal de Aviación Civil de México (AFAC) se encuentra en la encrucijada, obligada a presentar una respuesta contundente que vaya más allá de la retórica. Datos concretos, evidencia técnica y, sobre todo, una genuina voluntad de rectificar el rumbo son cruciales para disipar la tormenta.
Lo que está en juego trasciende la simple operación de una ruta comercial. La credibilidad de México como socio estratégico se encuentra en la balanza. La narrativa oficial, escudándose en el argumento de la soberanía, intenta minimizar el alcance del conflicto. Sin embargo, la realidad es que este no es un asunto de banderas, sino de competitividad, conectividad y viabilidad económica.
Los pasajeros, ajenos a las complejidades geopolíticas, demandan eficiencia y buenas tarifas. Llegar a tiempo y sin las complicaciones logísticas que aún implica la conexión entre el AIFA y el AICM es la prioridad. El AIFA, concebido como un proyecto emblemático del sexenio anterior, no ha logrado consolidarse como un hub internacional. A pesar de los incentivos fiscales, la promesa de slots y el discurso patriótico, las grandes aerolíneas internacionales se muestran reticentes, prefiriendo operar desde el AICM o, en algunos casos, simplemente evitando México.
La aspiración de convertir a México en un hub regional se ve obstaculizada por un sistema aeroportuario fragmentado y descoordinado. Mientras que otros países de la región, como Estados Unidos y Panamá, optimizan sus redes aéreas, México se enreda en decisiones políticas disfrazadas de estrategia.
Claudia Sheinbaum se enfrenta a un desafío multifacético que pone a prueba su capacidad de gestión en política exterior, diplomacia técnica y reputación económica. La resolución de este conflicto requiere decisión y celeridad, de lo contrario, el país podría pagar un alto precio por la soberbia o la negligencia del pasado. En el ajedrez global, no hay espacio para la improvisación.
Mientras tanto, en la arena política nacional, las tensiones internas dentro de Morena se hacen evidentes. El video del Consejo Nacional del partido revela las fisuras y los apoyos, o la falta de ellos, hacia el senador Adán Augusto López. Un bloque opositor crece en el Senado, cuestionando su liderazgo y buscando su salida de la Coordinación. La sucesión presidencial, aunque aún distante, ya proyecta sus sombras sobre el escenario político.
En el ámbito sindical, la CTM se prepara para la inminente sucesión de su secretario general, Carlos Aceves del Olmo. Su delicado estado de salud ha acelerado los preparativos para la elección del nuevo líder de esta histórica central obrera.
Y como diría un filósofo anónimo: "El cielo no tiene fronteras, pero sí reglas. Y algunos gobiernos deciden ignorarlas."
Fuente: El Heraldo de México