
22 de julio de 2025 a las 12:25
Tabasco: ¿Dónde están los 2,713 desaparecidos?
La sombra de las desapariciones se cierne sobre Tabasco. Un escalofriante 79% de los casos registrados en los últimos 60 años, 2,713 almas desvanecidas en el aire, coinciden con el mandato de Hernán Bermúdez Requena como secretario de Seguridad. Seis años, de 2019 a 2024, marcados por una incógnita que atormenta a familias enteras y sacude los cimientos de la confianza en las instituciones. ¿Casualidad? ¿Negligencia? ¿Complicidad? Las preguntas se agolpan mientras la figura de Bermúdez Requena, ahora prófugo de la justicia, se convierte en el epicentro de una tormenta de especulaciones.
Villahermosa, el corazón palpitante de Tabasco, se ha transformado en el escenario principal de esta tragedia silenciosa. Más de 1,500 desapariciones, un 55% del total estatal, concentran la angustia en la capital. Cárdenas, Comalcalco, Huimanguillo, Macuspana… nombres que se unen a la lista de municipios donde la incertidumbre se ha convertido en una compañera constante. El miedo se respira en las calles, se susurra en los hogares, se refleja en las miradas esquivas. La vida cotidiana transcurre bajo el peso de una amenaza invisible, mientras las autoridades luchan por desentrañar la verdad.
La trayectoria de Bermúdez Requena, marcada por su paso por distintos cargos en la seguridad pública, se examina ahora con lupa. Desde su inicio en el gobierno interino de Manuel Gurría Ordóñez, donde coincidió con Adán Augusto López Hernández, hasta su dirección del sistema penitenciario durante el mandato de Roberto Madrazo Pintado, cada etapa de su carrera es escrutada en busca de pistas que puedan arrojar luz sobre el presente. Su negación en 2023 sobre la existencia de "La Barredora", grupo delictivo al que se le atribuyen múltiples crímenes, contrasta con la información de inteligencia militar que lo señalaba como su líder.
La investigación abierta por la Fiscalía General de la República (FGR) abre una nueva etapa en este complejo caso. La búsqueda de Bermúdez Requena se intensifica, mientras la sociedad tabasqueña exige respuestas. ¿Se hará justicia? ¿Se logrará esclarecer el paradero de las víctimas? El tiempo corre en contra, y la esperanza se aferra a la posibilidad de que la verdad, tarde o temprano, salga a la luz. La herida abierta por las desapariciones requiere más que un simple apósito, necesita un proceso de sanación que comience por la justicia y la reparación del daño causado. El futuro de Tabasco depende, en gran medida, de la capacidad de sus instituciones para enfrentar este desafío y devolver la tranquilidad a sus ciudadanos.
Fuente: El Heraldo de México