Logo
NOTICIAS
play VIDEOS

Inicio > Noticias > Ciencia

22 de julio de 2025 a las 16:45

¿Relojes con un segundo menos? ¡Entérate por qué!

La Tierra, ese gigante rocoso bajo nuestros pies, no es tan constante como imaginamos. Si bien el ritmo del día y la noche marca el compás de nuestras vidas, la realidad es que este ritmo tiene sutiles variaciones, casi imperceptibles para nosotros, pero de gran interés para la comunidad científica. Este martes 22 de julio se escribe un nuevo capítulo en esta historia de la rotación terrestre: será el segundo día más corto jamás registrado, un fenómeno que nos acerca a un hito sin precedentes: la posible introducción del primer "segundo intercalar negativo" en la historia.

Imaginen un reloj cósmico, marcando el ritmo de nuestro planeta. Ese reloj, aunque parezca perfecto, en realidad fluctúa. A veces se adelanta, a veces se atrasa, como un bailarín que juega con el tempo de la música. Normalmente, asociamos el día más largo con el solsticio de verano, ese momento mágico en que el sol reina en el cielo. Sin embargo, este año la historia es diferente. El 20 de junio vivimos el solsticio, pero la verdadera sorpresa la reserva el 22 de julio, un día que pasará a la historia por su brevedad.

La Tierra, en una inusual demostración de velocidad, completará su rotación en 1,34 milisegundos menos de lo habitual. Una cifra que, aunque parezca insignificante en nuestra escala temporal, tiene implicaciones profundas en la medición del tiempo y nos recuerda la dinámica compleja de nuestro planeta. Este hito, registrado desde 1973, nos sitúa a las puertas de un cambio trascendental en la forma en que medimos el tiempo. Recordemos que el año pasado, el 5 de junio, la Tierra batió un récord de velocidad, completando su rotación 1,66 milisegundos antes de lo previsto. Estos eventos, lejos de ser aislados, forman parte de un patrón que los científicos observan con atención.

La Dra. Catalina Urrejola, astrónoma de la Universidad de La Serena, nos explica que esta variabilidad en la rotación terrestre es un fenómeno natural. La Tierra, como un bailarín cósmico, acelera y desacelera su giro, creando un delicado vaivén que afecta la duración de nuestros días. Si bien a largo plazo la tendencia es a una rotación más lenta, a corto plazo podemos experimentar estas fluctuaciones, como la que viviremos este 22 de julio.

Pero, ¿qué significa esto para nosotros? La posibilidad de un "segundo intercalar negativo" se vislumbra en el horizonte. Si esta tendencia a la aceleración continúa, alrededor de 2029 nos enfrentaremos a la necesidad de ajustar nuestros relojes atómicos, restando un segundo para sincronizarlos con la rotación terrestre. Un evento sin precedentes que nos obligará a repensar nuestra relación con el tiempo y a maravillarnos una vez más ante la complejidad del universo que habitamos. Este segundo, aunque pequeño, representa un cambio significativo en nuestra comprensión del tiempo y un recordatorio de que, incluso en las constantes más fundamentales, existen sutiles variaciones que nos desafían a seguir explorando y aprendiendo.

Fuente: El Heraldo de México