Logo
NOTICIAS
play VIDEOS

Inicio > Noticias > Historia

22 de julio de 2025 a las 04:05

Redescubre el Templo Mayor: Mapa del Centro Histórico

Imagine caminar por las calles del Centro Histórico, sintiendo el peso de los siglos bajo sus pies. Cada paso que damos, desde Palacio Nacional hasta la Catedral Metropolitana, resuena con los ecos de un pasado vibrante. Lo que hoy vemos, esta mezcla fascinante de arquitectura colonial y vida moderna, esconde bajo su superficie los secretos de una ciudad aún más antigua: la majestuosa Tenochtitlan.

Es difícil imaginar que bajo el asfalto, bajo las banquetas que recorremos a diario, yacen los restos de una civilización asombrosa. Los mexicas, con su ingenio y su profunda conexión con la tierra, construyeron una ciudad que maravilló a los conquistadores españoles. Y en el corazón de esa ciudad, se erguía imponente el Templo Mayor, un símbolo de poder y espiritualidad.

La destrucción de Tenochtitlan fue un acto brutal, un borrón y cuenta nueva que intentó borrar la identidad de un pueblo. Sin embargo, la grandeza del Templo Mayor fue tal que ni la demolición sistemática pudo eliminarlo por completo. Sus dimensiones colosales desafiaron la destrucción total, y sus restos quedaron sepultados, esperando ser redescubiertos siglos después.

Imaginen la escena: los conquistadores, con sus herramientas rudimentarias, intentando desmantelar piedra por piedra la imponente pirámide. Una tarea titánica, casi imposible. La urgencia por construir la nueva ciudad, la ciudad española, los obligó a adaptar su trazo urbano a la presencia ineludible del Templo Mayor. Las calles del Centro Histórico, por lo tanto, no son un simple diseño urbano, sino un palimpsesto, una superposición de historias, donde el pasado mexica se entrelaza con el presente.

Gracias a la incansable labor de arqueólogos e historiadores, hoy podemos trazar las líneas invisibles que conectan nuestro presente con el pasado. El Proyecto Templo Mayor, un esfuerzo monumental de investigación, nos ha permitido reconstruir, al menos en nuestra imaginación, la grandeza del recinto sagrado.

Piensen en ello la próxima vez que caminen por la calle de Guatemala, o por Argentina, República de El Salvador o República de Brasil. Bajo sus pies, late el corazón de Tenochtitlan. Cada una de estas calles delimita el perímetro del antiguo recinto sagrado, un espacio que albergaba no solo el Templo Mayor, sino también decenas de otros templos, palacios y edificios de importancia ceremonial.

El Programa de Arqueología Urbana del INAH, como un detective meticuloso, ha ido desentrañando los misterios que se esconden bajo el pavimento. Sus hallazgos nos permiten reconstruir, pieza por pieza, el rompecabezas de la antigua ciudad. Y no se trata solo de piedras y ruinas, sino de la vida de un pueblo, de sus creencias, sus rituales, su cosmovisión.

La Ciudad de México es una ciudad con capas, una ciudad donde el pasado y el presente conviven en una danza constante. Caminar por sus calles es un viaje en el tiempo, una oportunidad para conectar con nuestras raíces y comprender la complejidad de nuestra identidad. El Templo Mayor, aunque invisible a simple vista, sigue presente, recordándonos la grandeza de las civilizaciones que nos precedieron y la importancia de preservar nuestro patrimonio cultural.

Fuente: El Heraldo de México