
22 de julio de 2025 a las 09:45
¿Listos para el cambio?
La historia de los Cerveceros de Milwaukee es un fascinante relato de perseverancia, mudanzas, controversias y, ahora, un éxito inesperado. Desde su efímera existencia como los Pilotos de Seattle en 1969 hasta su actual posición de liderazgo en la División Central de la Liga Nacional, el camino ha estado lleno de giros inesperados. Es una historia que se entrelaza con la figura de Bud Selig, quien no solo rescató al equipo del fracaso en Seattle, sino que lo llevó a Milwaukee, ciudad donde echó raíces y floreció, antes de venderlo para convertirse en Comisionado de las Grandes Ligas. Una peculiaridad que comparte con los Astros de Houston: ambos equipos cambiaron de liga al llegar a su 50 aniversario en sus respectivas ciudades. Los Cerveceros, tras militar en la Liga Americana desde 1970 hasta 1997, dieron el salto a la Nacional, donde hoy escriben un nuevo capítulo de su historia.
Recordemos su única aparición en una Serie Mundial, en 1982, cuando bajo la dirección del carismático Harvey Kuenn, un “muchacho local”, llegaron a acariciar la gloria, cayendo finalmente ante los Cardenales de San Luis en una serie de infarto. Aquella derrota, aunque dolorosa, demostró el potencial de un equipo que siempre ha luchado contra las adversidades.
Y hablando de adversidades, ¿quién hubiera imaginado que un equipo sin estrellas rutilantes, sin nombres que acaparen los titulares, sería capaz de hilvanar una racha de diez victorias consecutivas, incluyendo una barrida a los poderosos Dodgers en su propia casa? Este logro no solo habla de la calidad del equipo, sino también de la excelente labor de Pat Murphy, quien ha tomado las riendas tras la salida de Craig Counsell y está dirigiendo con una maestría sorprendente. Si a esto le sumamos el surgimiento de jóvenes talentos como Jacob Misiorowski, “The Miz”, con su pitcheo “científico”, el futuro se presenta brillante para los Cerveceros. La Liga Nacional está que arde, y equipos como los Phillies, los Mets, los Bravos, los Cachorros y, por supuesto, los Cerveceros, están demostrando que la pelea por el título será más emocionante que nunca. Los Dodgers, a pesar de su poderío económico, tendrán que sudar la gota gorda para imponerse en un Oeste que se ha vuelto un auténtico campo de batalla.
Y para añadir más leña al fuego, el ex-presidente Trump ha reavivado el debate sobre el nombre de los Guardianes de Cleveland. ¿Volverán a ser los “Indios”, ese nombre que nos trae a la memoria la entrañable película Major League de 1989? El tiempo lo dirá. La nostalgia por los nombres clásicos y la sensibilidad cultural actual se enfrentan en un debate que promete seguir dando de qué hablar. Mientras tanto, los Cerveceros siguen haciendo ruido en el diamante, demostrando que el béisbol es un deporte donde la pasión, el trabajo en equipo y la estrategia pueden más que los nombres rimbombantes y las chequeras abultadas. Un equipo con historia, un equipo con garra, un equipo que, sin hacer mucho ruido, se ha convertido en un serio aspirante al título.
Fuente: El Heraldo de México