Oaxaca está experimentando una transformación económica sin precedentes. Las cifras hablan por sí solas: un crecimiento del 13.64% en el primer trimestre de 2025, consolidándolo como la locomotora industrial de México. Este impresionante avance no es fruto de la casualidad, sino de una estrategia integral impulsada por el gobierno estatal que abarca desde la mejora de infraestructuras cruciales hasta la inversión en educación, certificación y digitalización. El gobernador Salomón Jara Cruz ha puesto un énfasis especial en la creación de un ambiente propicio para la inversión, convirtiendo a Oaxaca no solo en el corazón cultural de México, sino también en un polo de desarrollo económico vibrante y atractivo para los empresarios.

La modernización de las carreteras, la expansión del puerto de Salina Cruz, el desarrollo de polos industriales y el estratégico Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec son piezas clave de este ambicioso plan. Estas iniciativas no solo impulsan el comercio y la industria, sino que también generan cadenas de valor regionales que benefician a las comunidades locales. La apuesta por la gobernabilidad, la seguridad y el bienestar social, en conjunto con la colaboración entre los diferentes niveles de gobierno y las comunidades, ha creado un clima de confianza y estabilidad esencial para el crecimiento sostenible.

El trabajo conjunto con Altagracia Gómez, coordinadora del Consejo Asesor de Desarrollo Económico Regional y Relocalización de Empresas (CATER), refuerza el compromiso de Oaxaca con la atracción de inversiones sostenibles. Gómez ha destacado la importancia de la digitalización, la simplificación administrativa y la provisión de servicios básicos como agua, luz y gas natural para consolidar el atractivo del estado para las empresas. Su visita a Oaxaca, más allá de la Guelaguetza, tiene como objetivo principal el diálogo con el empresariado y el análisis de las oportunidades que ofrece este estado en el marco del Plan México.

La visión de Oaxaca se alinea perfectamente con el Plan México, impulsado por la presidenta Sheinbaum, que busca una transformación del país a través de una política industrial de largo plazo. Este plan considera las nuevas dinámicas geopolíticas globales y reconoce el papel fundamental que Oaxaca puede desempeñar en la construcción de un desarrollo económico inclusivo y una prosperidad compartida para todo el país. Las y los empresarios tienen ante sí una oportunidad única: invertir en un estado en pleno auge, con un sólido respaldo gubernamental y un enorme potencial de crecimiento. Ignorar esta oportunidad sería, sin duda, un error estratégico. El futuro de México se está construyendo en Oaxaca, y la invitación a formar parte de este emocionante proceso está abierta a todos.

El apoyo al financiamiento de las PyMEs es otro elemento crucial de esta estrategia de desarrollo. Se busca empoderar a los pequeños y medianos empresarios, brindándoles las herramientas necesarias para crecer y contribuir al dinamismo económico del estado. La invitación a invertir en Oaxaca es una invitación a ser parte de una historia de éxito, a participar en la construcción de un futuro próspero y sostenible para todos. No se trata solo de una oportunidad de negocio, sino de una oportunidad de contribuir al desarrollo de una región clave para el futuro de México.