Un escalofrío recorre Tuzantán, Chiapas, tras un brutal ataque que ha dejado a la comunidad conmocionada y exigiendo justicia. La tranquilidad de la colonia Segundo Cantón se vio destrozada por un acto de violencia inimaginable, donde un menor de tan solo 12 años, Misael, perdió la vida a manos de su propio tío, Norberto “N”. Las autoridades, incluyendo la Fiscalía General del Estado, la Secretaría de Seguridad del Pueblo y la Secretaría de Seguridad Pública Municipal, actuaron con celeridad para detener al presunto responsable, quien ahora enfrenta la justicia por este horrendo crimen.

La escena que encontraron las autoridades al llegar al lugar de los hechos era desgarradora. Misael yacía sin vida, con una herida mortal en el cuello. A pocos metros, Enaín “N”, quien se presume intentó defender al menor, también presentaba heridas graves en la oreja izquierda y el dedo meñique de la mano izquierda, producto del ataque con un machete. El horror y la desesperación se apoderaron de los vecinos que presenciaron la brutalidad del acto.

Las primeras investigaciones revelan un panorama aún más perturbador. Al parecer, Norberto “N” llegó al domicilio de Enaín “N” bajo los efectos del alcohol y posiblemente alguna otra sustancia. Tras agredir a Enaín “N”, se dirigió a la vivienda de enfrente, donde atacó a su sobrino Misael con una ferocidad inexplicable. La versión que circula entre los vecinos, aún no confirmada oficialmente, apunta a una trivial discusión sobre unos cigarros que Norberto “N” le habría dado al menor y que este aparentemente no tenía en el momento que se los reclamó. Un motivo que, de ser cierto, resulta aún más desgarrador por la desproporción entre la supuesta ofensa y la brutalidad de la respuesta.

La rápida reacción de la comunidad y la coordinación de las diferentes instancias de seguridad permitieron la captura de Norberto “N” antes de que pudiera darse a la fuga. Mientras tanto, Enaín “N” recibió atención médica inmediata por parte de los paramédicos de Protección Civil y fue trasladado a un hospital para tratar sus heridas. El cuerpo del pequeño Misael fue llevado al Servicio Médico Forense para realizar la necropsia de ley, un procedimiento doloroso pero necesario para la investigación.

Este lamentable suceso ha dejado una profunda herida en la comunidad de Tuzantán. Vecinos y familiares, aún incrédulos ante la tragedia, exigen que se haga justicia y que Norberto “N” pague por el crimen cometido. La Fiscalía General del Estado ha iniciado una exhaustiva investigación para esclarecer todos los detalles del caso y asegurar que el responsable reciba la condena que merece. El caso de Misael nos recuerda la fragilidad de la vida y la importancia de trabajar en la prevención de la violencia en todas sus formas, especialmente dentro del seno familiar. La comunidad se une en el dolor y la esperanza de que este terrible acto sirva como un llamado a la reflexión y a la acción para construir un futuro más seguro para todos. Se espera que el proceso judicial se desarrolle con transparencia y celeridad, brindando a la familia de Misael y a la comunidad de Tuzantán la justicia que tanto anhelan.