
22 de julio de 2025 a las 07:05
Fiel hasta el final: Hachiko sinaloense
La fidelidad canina ha conmovido una vez más a la sociedad, esta vez en las calles de Culiacán, Sinaloa. La historia de "El Negro", un perro de pelaje oscuro, ha resonado en las redes sociales y en el corazón de los culiacanenses. Su vigilia inquebrantable frente a un casino clandestino, tras el presunto asesinato de su dueño en un ataque armado, ha cautivado a propios y extraños. Las imágenes que circulan muestran a "El Negro" yaciente frente al establecimiento clausurado, con la cortina metálica cerrada y la cinta amarilla de seguridad como mudos testigos de la tragedia. Su mirada perdida, su debilidad y su negativa a aceptar alimento o consuelo, pintan un cuadro desgarrador de lealtad y dolor.
La comparación con Hachiko, el legendario perro Akita japonés que esperó a su dueño fallecido en una estación de tren durante años, es inevitable. La historia de Hachiko, inmortalizada en la pantalla grande, ha resonado con millones alrededor del mundo, y ahora, "El Negro" se ha convertido en el Hachiko de Culiacán, un símbolo de la fidelidad canina que trasciende fronteras.
La preocupación de los ciudadanos se ha manifestado en intentos por auxiliar al animal. Se acercan con cautela, respetando la cinta de seguridad que delimita la escena del crimen, ofreciendo agua y comida, pero "El Negro" permanece impasible, aferrado a la esperanza del regreso de su compañero. La zozobra aumenta al observar su deteriorado estado de salud, visiblemente afectado por la tristeza y el abandono.
La Unión de Locatarios del Centro de Culiacán, un grupo de animalistas conmovidos por la situación de "El Negro", intervino para rescatarlo. Conscientes de la gravedad de su estado y del riesgo que representaba permanecer en un lugar marcado por la violencia, se acercaron con cuidado y, utilizando un bozal para garantizar la seguridad de todos, lograron trasladarlo a un lugar seguro. Los protectores de animales revelaron que el perro padece una enfermedad grave, requiriendo atención médica inmediata.
La noticia del rescate ha traído un alivio a la comunidad, que seguía con angustia el destino de "El Negro". La incertidumbre sobre su futuro ha dado paso a la esperanza de una recuperación, gracias a la intervención oportuna de la Unión de Locatarios. Este acto de solidaridad no solo ha salvado la vida de un animal, sino que también ha recordado a la sociedad la importancia de la compasión y el respeto hacia todas las formas de vida. La historia de "El Negro", el Hachiko de Culiacán, seguirá resonando como un testimonio del inquebrantable vínculo entre el hombre y su mejor amigo. Se espera que, con los cuidados necesarios, "El Negro" pueda superar su enfermedad y encontrar un nuevo hogar donde reciba el amor y la atención que merece, aunque la huella de la pérdida de su dueño, sin duda, permanecerá en su corazón. Este caso también pone de manifiesto la necesidad de programas de atención y protección animal en la ciudad, para que animales en situación de vulnerabilidad, como "El Negro", reciban la ayuda que necesitan de manera oportuna y efectiva.
Fuente: El Heraldo de México