
22 de julio de 2025 a las 23:50
Conexión Vial: SPGG-MTY unidos.
La zona metropolitana de Monterrey respira. Finalmente, tras años de atascos y frustración al volante, la interconexión vial San Pedro-Monterrey promete un respiro para los miles de conductores que a diario se enfrentan al caos vial. No se trata solo de una promesa, sino de un proyecto tangible, con plazos y etapas claramente definidas, respaldado por la colaboración entre el gobierno estatal y los municipios involucrados. El gobernador Samuel García, junto a los alcaldes Mauricio Fernández y Adrián de la Garza, ha puesto la movilidad en el centro de la agenda, reconociendo la necesidad imperante de soluciones viales que estén a la altura del crecimiento exponencial de la ciudad. Seis millones cien mil habitantes no pueden seguir moviéndose con la infraestructura de ayer.
Esta iniciativa no es un parche, sino una visión integral de la movilidad. La interconexión entre Morones Prieto y Lázaro Cárdenas, a través de un viaducto moderno y eficiente, es el eje central, pero se complementa con otras estrategias clave: el horario escalonado, los carriles de alta ocupación y el fomento del transporte escolar. Un enfoque multifacético que busca atacar el problema desde diferentes ángulos, maximizando el impacto positivo en la calidad de vida de los ciudadanos.
Imaginen un futuro cercano donde el trayecto entre San Pedro y Monterrey se realice en minutos, en lugar de horas. Un futuro donde la contaminación del aire se reduzca significativamente, gracias a la fluidez del tráfico y a la disminución de las emisiones de gases. Un futuro donde las horas perdidas en el tráfico se conviertan en tiempo productivo, en momentos para disfrutar con la familia, en oportunidades para el desarrollo personal y profesional. Ese futuro está a nuestro alcance, gracias a la interconexión vial San Pedro-Monterrey.
La arquitecta Alicia Villarreal Guajardo, al frente de SECSSA, ha desgranado los detalles técnicos del proyecto, dejando claro que no se trata de una improvisación, sino de un plan meticulosamente elaborado, con estudios de impacto vial y ambiental. La proyección de 24 mil vehículos diarios circulando por la interconexión es una muestra de la magnitud del impacto que tendrá esta obra en la dinámica de la ciudad. No solo se aliviará el tráfico en las avenidas principales, sino que también se descongestionarán las vías locales, mejorando la movilidad en toda la zona.
Más allá de la eficiencia vial, la interconexión traerá consigo beneficios económicos tangibles. La reducción de los tiempos de traslado se traduce en ahorro de combustible y en un aumento de la productividad. Además, la mejora en la infraestructura vial impulsa la plusvalía de las propiedades en la zona, generando un impacto positivo en el patrimonio de los ciudadanos.
La participación de la Fundación Montemayor, iniciando el proyecto en sus predios, demuestra el compromiso del sector privado con el desarrollo de la ciudad. Esta sinergia entre el gobierno, la iniciativa privada y la sociedad civil es fundamental para llevar a buen puerto proyectos de esta envergadura. La interconexión vial San Pedro-Monterrey es un ejemplo de cómo la colaboración y la visión a largo plazo pueden transformar la realidad urbana, creando una ciudad más moderna, eficiente y habitable para todos. Un paso firme hacia el Nuevo Nuevo León que todos anhelamos.
Fuente: El Heraldo de México