La furia de Tláloc se desató anoche sobre el sur de la Ciudad de México, recordándonos con una fuerza impresionante la intensidad de la temporada de lluvias. Imaginen la escena: la noche del lunes, la tranquilidad habitual de Gran Sur se vio interrumpida por un repentino diluvio, acompañado de una granizada tan densa que transformó las calles en un paisaje invernal. El blanco del granizo contrastaba con la oscuridad de la noche, creando una imagen casi surrealista que rápidamente inundó las redes sociales. Videos grabados por los propios vecinos mostraban la fuerza implacable de la naturaleza, el sonido del granizo golpeando techos y autos, el agua corriendo a raudales por las calles.

La lateral del Periférico, una arteria vital para la movilidad de la zona, se convirtió en un auténtico río. Los vehículos, atrapados en la corriente y en los encharcamientos, avanzaban a vuelta de rueda, una procesión lenta y desesperante bajo el inclemente temporal. Muchos conductores, sorprendidos por la repentina tromba, expresaban su frustración y preocupación a través de redes sociales, compartiendo imágenes y videos del caos vial. La etiqueta #GranSur se convirtió en tendencia, un testimonio digital del poder de la naturaleza.

Los habitantes de la zona, acostumbrados a las lluvias de verano, coincidieron en que la intensidad de esta precipitación fue inusual. "Parecía que el cielo se abría", comentaba una vecina en un video. "Nunca había visto granizo así", agregaba otro. La magnitud del fenómeno nos invita a reflexionar sobre la importancia de la prevención y la preparación ante estos eventos meteorológicos.

Las autoridades capitalinas, a través de sus canales oficiales, emitieron recomendaciones a la población, instando a evitar la zona afectada y a extremar precauciones al transitar por vialidades con encharcamientos. Se implementaron operativos para agilizar el flujo vehicular y auxiliar a los conductores varados. La solidaridad de los capitalinos también se hizo presente, con muchos usuarios en redes sociales ofreciendo ayuda y compartiendo información sobre rutas alternativas.

Más allá de las afectaciones viales y los daños materiales, este episodio nos recuerda la fuerza impredecible de la naturaleza y la necesidad de estar preparados. La imagen de las calles cubiertas de blanco, el sonido del granizo y los videos compartidos en redes sociales permanecerán como un vívido recuerdo de la noche en que Tláloc, el dios de la lluvia, decidió mostrar su poderío sobre el sur de la Ciudad de México. Manténganse informados, sigan las recomendaciones de las autoridades y, sobre todo, ¡manejen con precaución! La temporada de lluvias apenas comienza y es fundamental estar preparados para enfrentar sus embates. ¿Ustedes qué opinan? Compartan sus experiencias y recomendaciones en los comentarios.