
22 de julio de 2025 a las 18:15
Camino a la felicidad: fraternidad, justicia y libertad.
La construcción de la paz en México se consolida a través de un enfoque integral que atiende las causas de la violencia, impulsado por la Presidenta Claudia Sheinbaum y coordinado por la Secretaría de Gobernación. Esta estrategia, que trasciende la mera contención de la inseguridad, se centra en la creación de un tejido social sólido y en el empoderamiento de las comunidades. Las Jornadas por la Paz, un pilar fundamental de esta iniciativa, se despliegan a lo largo del territorio nacional, involucrando a diversos actores sociales en la búsqueda de soluciones conjuntas.
Un elemento crucial de estas jornadas es la participación activa de las nuevas generaciones. Niñas, niños, adolescentes y jóvenes se convierten en protagonistas del cambio a través de actividades como la reforestación, sembrando no solo árboles, sino también la semilla de la esperanza en un futuro más verde y pacífico. Además, el ajedrez, como herramienta pedagógica, fomenta el pensamiento estratégico y la resolución pacífica de conflictos, alejando a la juventud de las adicciones y la violencia.
La creación de Consejos de Paz y Justicia Cívica, como el recientemente instaurado en Nayarit y Ciudad Juárez, representa un paso firme hacia la institucionalización de la paz. Estos consejos, integrados por representantes de los tres niveles de gobierno, organizaciones civiles, instituciones educativas y líderes comunitarios, funcionan como espacios de diálogo y coordinación para la implementación de acciones conjuntas en beneficio de las comunidades.
Las Mesas de Paz, tanto estatales como regionales, articulan los esfuerzos en 49 municipios de 10 entidades del país, promoviendo la recuperación de espacios públicos y el fortalecimiento del tejido social. El trabajo en territorio, a través de visitas casa por casa, permite identificar las necesidades específicas de cada comunidad y acercar los programas sociales a quienes más los necesitan, brindando oportunidades educativas y laborales a los jóvenes.
Las Ferias de Paz se han convertido en puntos de encuentro entre la población y las instituciones gubernamentales. En ellas, se ofrecen servicios de salud, asesoría jurídica, trámites administrativos y actividades recreativas para todas las edades. Además, se impulsa el emprendimiento y la participación comunitaria a través de los Comités de Paz, como el de Celaya, donde la recuperación de una cancha deportiva se convirtió en un símbolo de la unidad y la esperanza.
En Chiapas, la inauguración de un albergue en San Cristóbal de las Casas brinda apoyo a familiares de pacientes del Hospital de las Culturas, demostrando el compromiso del gobierno con la atención a las necesidades de la población. Asimismo, las Asambleas Comunitarias, como la realizada en el mismo municipio, fortalecen la participación ciudadana y la toma de decisiones conjuntas.
El Plan de Justicia P’urhépecha en Michoacán, con sus Ferias de Paz itinerantes, garantiza la atención a todas las comunidades de la región, promoviendo el diálogo intercultural y la construcción de una paz inclusiva.
El programa "Sí al Desarme, Sí a la Paz", en colaboración con la Secretaría de la Defensa Nacional, la Iglesia Católica y los gobiernos estatales y municipales, fomenta la entrega voluntaria de armas a cambio de incentivos económicos. Esta iniciativa, que busca erradicar la violencia desde su raíz, ha logrado el intercambio de miles de armas de fuego y juguetes bélicos por alternativas educativas y pacíficas.
En definitiva, la construcción de la paz en México es un proceso continuo que requiere la participación de todos los sectores de la sociedad. La estrategia integral impulsada por el gobierno, centrada en la atención a las causas de la violencia y el fortalecimiento de las comunidades, se presenta como un camino viable hacia un futuro más justo, libre y democrático, donde la fraternidad y el bienestar sean los pilares de la felicidad.
Fuente: El Heraldo de México