
22 de julio de 2025 a las 04:35
Camina menos, vive mejor: La verdad sobre los pasos.
Olvídate de contar pasos, ¡acelera el ritmo! Un nuevo estudio de la Universidad de Chicago revela que la clave para una vida más larga y saludable no está en la cantidad de pasos que das, sino en la velocidad a la que los das. Sí, has leído bien. Mientras que la recomendación tradicional de 10,000 pasos diarios sigue siendo un buen punto de partida para mantenerse activo, el Dr. Daniel Rubin, médico anestesista y profesor adjunto de la Universidad de Chicago, lideró una investigación que demuestra que la velocidad al caminar es un indicador aún más preciso de la salud, especialmente en adultos mayores.
Este descubrimiento revoluciona la forma en que entendemos el ejercicio y la longevidad. No se trata solo de moverte, sino de hacerlo con propósito y energía. El estudio, publicado recientemente, indica que las personas mayores que caminan a un ritmo más rápido tienen un riesgo significativamente menor de mortalidad, independientemente de su peso o nivel de actividad física general. ¿La magia? Alcanzar los 100 pasos por minuto. Esta cadencia, considerada de intensidad moderada, se asocia con los mayores beneficios para la salud.
Imaginen la escena: un paseo enérgico por el parque, sintiendo cómo la sangre fluye con vigor, la respiración se acompasa con el ritmo de tus zancadas, y una sensación de vitalidad recorre todo tu cuerpo. Eso es precisamente lo que propone el Dr. Rubin. No se trata de correr una maratón, sino de inyectarle dinamismo a tus caminatas diarias. ¿Cómo lograrlo? El Dr. Rubin nos ofrece una sencilla estrategia: comienza identificando tu ritmo cómodo al caminar. Una vez que lo tengas, incrementa gradualmente la velocidad, añadiendo de cinco a diez pasos por minuto hasta llegar al objetivo de 100.
Este aumento en la velocidad no solo fortalece el sistema cardiovascular, sino que también mejora la resistencia muscular, la coordinación y el equilibrio, factores cruciales para prevenir caídas y mantener la independencia en la edad adulta. Además, caminar a paso ligero tiene un impacto positivo en el estado de ánimo, reduce el estrés y mejora la calidad del sueño.
Pero los beneficios no se detienen ahí. El estudio del Dr. Rubin también revela que caminar a un ritmo más rápido puede ser particularmente beneficioso para las personas frágiles o en riesgo de fragilidad. En estos casos, la velocidad al caminar se convierte en una herramienta poderosa para combatir el deterioro progresivo asociado con la edad y mejorar la calidad de vida. Imagina poder disfrutar de tus actividades favoritas, compartir momentos con tus seres queridos y mantener tu independencia por más tiempo, simplemente imprimiéndole un poco más de brío a tus paseos.
Así que, la próxima vez que salgas a caminar, recuerda la recomendación del Dr. Rubin: ¡acelera el paso! No se trata de una carrera contra el tiempo, sino de una inversión en tu salud y bienestar a largo plazo. Deja atrás la idea de contar pasos y concéntrate en la velocidad. Tu cuerpo te lo agradecerá. Consulta con tu médico para determinar el ritmo adecuado para ti y comienza a disfrutar de los beneficios de caminar con energía.
Fuente: El Heraldo de México