
22 de julio de 2025 a las 09:10
¡Brugada: freno a la gentrificación!
La sombra de la gentrificación se cierne sobre la Ciudad de México, amenazando con desdibujar la identidad de barrios históricos y desplazar a sus habitantes de toda la vida. El aumento desmedido de las rentas, impulsado por la especulación inmobiliaria, ha transformado el derecho a la vivienda en un lujo inaccesible para muchos. Familias que han vivido por generaciones en colonias emblemáticas se ven obligadas a abandonar sus hogares, desgarrando el tejido social y cultural que da vida a nuestra ciudad. La modernidad, en su faceta más despiadada, se disfraza de progreso para justificar el despojo. Edificios de lujo brotan como hongos, mientras que los comercios tradicionales, las pequeñas tiendas de abarrotes, las fondas con sabor a hogar, se ven arrinconadas, incapaces de competir con las franquicias y las cadenas internacionales.
Ante este panorama desolador, el Bando 1 emerge como un faro de esperanza. Más que un conjunto de medidas, representa una declaración de principios: la Ciudad de México es de sus habitantes, no de los especuladores. La creación de la Defensoría Inquilinaria, el establecimiento de un Índice de Precios de Alquiler Razonable y la regulación del alojamiento temporal, incluyendo las plataformas digitales, son pasos firmes hacia la justicia habitacional. No se trata de frenar el desarrollo, sino de encauzarlo hacia un modelo incluyente, donde la modernidad conviva con la tradición, donde el progreso no signifique desplazamiento.
El Bando 1 no es una imposición, sino una invitación al diálogo. Vecinos, organizaciones civiles, expertos en urbanismo, todos tienen voz en esta conversación crucial para el futuro de nuestra ciudad. Es imperativo construir un modelo de barrio vivo, democrático y participativo, donde el arraigo comunitario sea el pilar fundamental. La cohesión social no se decreta, se construye día a día, con la participación de todos. La protección del patrimonio histórico y cultural, el respaldo al comercio local y la promoción de la vivienda social son piezas clave de este rompecabezas.
Las voces que acusan al Bando 1 de atentar contra la propiedad privada se equivocan. El derecho individual no puede estar por encima del bien común. El equilibrio entre el interés privado y el interés público es la esencia de la buena gobernanza. La Ciudad de México se erige como pionera en América Latina al ofrecer un marco jurídico y social que protege a sus habitantes del despojo inmobiliario. Este es un paso audaz, una apuesta por un futuro donde la ciudad sea un espacio de convivencia, no de exclusión.
La lucha contra la gentrificación no es tarea fácil. Requiere de la participación activa de todos los sectores de la sociedad. El diálogo, la concertación y la firmeza son las herramientas que nos permitirán construir una ciudad más justa y equitativa. Debemos rechazar la violencia y la destrucción, optar por la construcción y la transformación pacífica. El vandalismo, disfrazado de protesta, solo sirve para deslegitimar las causas justas. La verdadera revolución se construye con ideas, con propuestas, con la participación ciudadana, no con actos vandálicos que atentan contra el patrimonio cultural.
El Bando 1 es un llamado a la acción, una invitación a construir juntos la ciudad que soñamos. Una ciudad donde todos tengan derecho a una vivienda digna, donde la cultura y la tradición se preserven, donde la modernidad sea sinónimo de inclusión, no de exclusión. El futuro de la Ciudad de México está en nuestras manos.
Fuente: El Heraldo de México