
23 de julio de 2025 a las 01:45
Bermúdez lucha contra orden de arresto
La sombra de la justicia se cierne sobre Hernán Bermúdez Requena, ex titular de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana de Tabasco, quien se encuentra prófugo de la ley y buscado a nivel internacional. A pesar de haber obtenido una suspensión provisional en abril pasado, la espada de Damocles de una orden de aprehensión por asociación delictuosa, extorsión y secuestro, pende sobre su cabeza.
El amparo, concedido por el Juez Décimo Segundo de Distrito en Baja California, Alfonso Javier Flores Padilla, ofrece una tenue protección, como una vela en medio de la tempestad. Si bien la suspensión provisional le otorga un respiro momentáneo, no lo blinda contra la detención, especialmente considerando la gravedad de los delitos que se le imputan. El secuestro, en particular, amerita prisión preventiva oficiosa, lo que significa que, de ser capturado, Bermúdez Requena enfrentaría la justicia tras las rejas, sin posibilidad de fianza.
La trama se complica aún más con la presunta vinculación del exfuncionario con el grupo criminal “La Barredora”, una acusación que añade un sombrío matiz al caso y levanta interrogantes sobre la posible infiltración del crimen organizado en las altas esferas del poder estatal. ¿Hasta dónde llegaban los tentáculos de esta organización? ¿Qué rol desempeñaba Bermúdez Requena en su entramado delictivo? Estas son preguntas que exigen respuestas y que la justicia deberá dilucidar.
El respiro legal que le brinda la suspensión provisional tiene un precio: una garantía de 16 mil pesos. Una cifra que, en el contexto de las acusaciones, parece irrisoria, casi una burla a la gravedad de los delitos imputados. Sin embargo, este pago es un requisito legal para mantener vigente la suspensión hasta que se defina su futuro judicial.
El calendario marca dos fechas cruciales: el 1 de agosto, la audiencia para determinar si se concede o no la suspensión definitiva, y el 20 del mismo mes, la audiencia en la que el juez resolverá sobre el amparo. Estos días se presentan como un punto de inflexión en el caso. ¿Se consolidará la frágil protección que le otorga la suspensión provisional o se derrumbará como un castillo de naipes? La incertidumbre se cierne sobre el futuro de Bermúdez Requena, mientras la justicia afila sus garras.
La sociedad tabasqueña, atenta a cada detalle del proceso, exige justicia y transparencia. El caso Bermúdez Requena se convierte en un símbolo de la lucha contra la impunidad y la corrupción, un recordatorio de la importancia de que las instituciones funcionen y de que nadie, sin importar su posición o poder, esté por encima de la ley. El desenlace de esta historia marcará un precedente y enviará un mensaje contundente: la justicia, tarde o temprano, alcanza a todos.
Fuente: El Heraldo de México