
21 de julio de 2025 a las 09:30
¡Trump contra la prensa!
La sombra del autoritarismo se extiende sobre la libertad de prensa, y la figura de Donald Trump, según Reporteros Sin Fronteras, se alza como un inquietante paradigma de esta tendencia global. No se trata de una simple aversión a la crítica, sino de una estrategia calculada, un "manual" siniestro que se replica en regímenes autoritarios y cuasi autoritarios alrededor del mundo. Desde el acoso verbal, la degradación sistemática de la credibilidad periodística con el infame calificativo de "fake news", hasta el desmantelamiento de medios independientes, las tácticas se asemejan de forma preocupante.
El informe de RSF no se limita a señalar las similitudes, sino que profundiza en el arsenal de herramientas empleadas para silenciar las voces disidentes. La utilización de los recursos del Estado, la presión económica, la intimidación, las amenazas personales y las campañas de difamación configuran un panorama desolador para el periodismo independiente. El uso del poder judicial, con demandas multimillonarias que buscan amedrentar a los propietarios de medios, es una táctica especialmente perversa. Se crea un clima de miedo donde la autocensura se convierte en el mecanismo de supervivencia.
Si bien es cierto que, hasta el momento, la violencia física directa contra periodistas no ha alcanzado los niveles observados en otros regímenes, los ataques a reporteros que cubrían las protestas contra las políticas migratorias de Trump son una señal de alarma que no podemos ignorar. La escalada de la retórica agresiva, la deshumanización de la prensa y la creación de un enemigo interno, sientan las bases para la justificación de la violencia.
El paralelismo trazado por RSF entre las tácticas de Trump y las de otros líderes autoritarios, como Nayib Bukele en El Salvador, es escalofriante. La "demanda frívola" como herramienta para silenciar la crítica, una práctica común en regímenes despóticos, se ha convertido en un sello distintivo de la administración Trump. Esta "guerra legal" contra la prensa, el uso estratégico de las leyes para obstaculizar la labor periodística, es una amenaza insidiosa que socava los cimientos de la democracia.
La mención a similitudes con la situación en México, donde algunos jueces parecen mostrar una preocupante aquiescencia con el poder político, abre un debate crucial sobre la independencia judicial y la vulnerabilidad de la prensa ante la presión del Estado. Aunque se presente como una mera coincidencia, la resonancia con la realidad mexicana es innegable.
El informe de RSF va más allá de la denuncia de las tácticas empleadas por Trump. Advierte sobre la existencia de un "movimiento transnacional antiprensa" que comparte estrategias y encuentra en el presidente estadounidense uno de sus máximos exponentes. Este movimiento se alimenta de las teorías de la conspiración, de la desconfianza en las instituciones y de la polarización política. En el caso de Estados Unidos, las propias teorías de la conspiración que Trump promovió durante años comienzan a volverse en su contra, devorando su imagen.
En otros países, como México, la paradoja es aún más evidente: quienes en el pasado clamaban por la libertad de expresión, ahora, desde el poder, intentan limitarla. Esta contradicción revela la fragilidad de los principios democráticos y la tentación autoritaria que acecha incluso en las sociedades que se consideran libres.
La conclusión es inquietante: la libertad de prensa está bajo asedio en todo el mundo, y la figura de Donald Trump, lejos de ser un caso aislado, se erige como un símbolo de una tendencia global preocupante. La lucha por la defensa de la libertad de expresión es, hoy más que nunca, una batalla crucial para la preservación de la democracia.
Fuente: El Heraldo de México