La angustia se palpaba en el aire de la Primera Cerrada de Ocote, en la colonia Lomas de San Bernabé, alcaldía Magdalena Contreras. La lluvia incesante del sábado 19 de julio había desatado un deslave, dejando a su paso un escenario de tierra, escombros y desesperación. Entre el caos, una pequeña luz blanca: un lomito atrapado, temblando de frío y miedo, en un terreno inestable que amenazaba con ceder en cualquier momento. La noticia corrió como la pólvora entre los vecinos, quienes, impotentes ante la situación, no dudaron en alertar a las autoridades.

La respuesta no se hizo esperar. En una muestra de valentía y compromiso, elementos de la Brigada de Vigilancia Animal (BVA) de la Secretaría de Seguridad Ciudadana y bomberos de la Ciudad de México se movilizaron rápidamente al lugar del incidente. La escena que encontraron era aún más desoladora de lo que imaginaban: el can, completamente empapado y tiritando, se aferraba a un pequeño montículo de tierra, rodeado por un mar de lodo y escombros. Cada minuto que pasaba aumentaba el riesgo de un nuevo deslizamiento.

Los rescatistas sabían que el tiempo jugaba en su contra. Tras una rápida pero exhaustiva inspección del área, identificaron un punto de acceso. Equipados con cuerdas y arneses, y empleando técnicas de rapel, los valientes uniformados descendieron con sumo cuidado por el escarpado terreno de aproximadamente 20 metros de profundidad. La tensión era palpable. Cada movimiento debía ser preciso, cada paso medido, para evitar cualquier perturbación que pudiera desencadenar una nueva tragedia.

El video del rescate, compartido por las autoridades, es un testimonio conmovedor de la dedicación y profesionalismo de los rescatistas. Se observa cómo, con movimientos lentos y seguros, se aproximan al aterrado animalito. Con palabras suaves y caricias tranquilizadoras, logran ganarse su confianza y asegurarlo para, finalmente, izarlo a un lugar seguro.

El suspiro de alivio colectivo se escuchó en toda la colonia cuando el lomito, sano y salvo, fue entregado a su dueña, quien no podía contener las lágrimas de alegría y agradecimiento. Visiblemente conmovida, la mujer agradeció la oportuna intervención de los oficiales y aseguró que lo trasladaría inmediatamente a una clínica veterinaria para una revisión exhaustiva. Sin duda, este rescate es un ejemplo de la importancia de la colaboración entre la ciudadanía y las autoridades, y una muestra del compromiso de la BVA por proteger a todos los seres vivos, incluso en las situaciones más adversas. Este pequeño héroe de cuatro patas, sin saberlo, unió a una comunidad en un acto de solidaridad y esperanza, demostrando una vez más que el amor por los animales no conoce límites. Esperemos que este rescate inspire a más personas a cuidar y proteger a nuestros fieles compañeros, recordándonos que su bienestar también es nuestra responsabilidad.

Este incidente también nos recuerda la importancia de estar preparados ante las eventualidades climáticas, especialmente en zonas de riesgo. Las lluvias intensas pueden provocar deslaves e inundaciones, poniendo en peligro la vida de personas y animales. Es fundamental mantenerse informado sobre las alertas meteorológicas y seguir las recomendaciones de las autoridades en caso de emergencia. Además, es crucial contar con un plan de evacuación familiar que incluya a nuestras mascotas, asegurando que tengan un lugar seguro a dónde ir en caso de desastre.