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21 de julio de 2025 a las 04:35
El queso de cueva más caro: ¿Cuánto cuesta?
Adentrémonos en el fascinante universo del queso Cabrales, un tesoro gastronómico que se ha convertido en leyenda. Más allá del precio récord que ha alcanzado en la reciente subasta, este queso azul esconde una historia milenaria, un saber hacer transmitido de generación en generación y un sabor inigualable que conquista los paladares más exigentes. Imaginen las escarpadas laderas de los Picos de Europa, un paisaje imponente donde la naturaleza esculpe cuevas con una humedad y temperatura perfectas. En estas catedrales subterráneas, el Cabrales madura lentamente, cobijado por la roca y acariciado por el aire fresco de la montaña. Durante meses, los mohos característicos, Penicillium Roqueforti, van tejiendo su magia, otorgándole al queso su distintivo veteado azul verdoso y ese sabor intenso, picante y ligeramente salado que lo define.
No se trata solo de un queso, sino de una experiencia sensorial que nos conecta con la tierra, con la tradición y con el trabajo incansable de los maestros queseros. Hombres y mujeres que dedican su vida a perpetuar un legado ancestral, cuidando cada detalle del proceso, desde la selección de la leche cruda de vaca, oveja o cabra, hasta el afinado en las cuevas, un proceso que requiere una precisión milimétrica y una profunda comprensión de los ritmos de la naturaleza.
La reciente subasta, donde un trozo de Cabrales alcanzó la cifra récord de 36.000 euros, ha puesto de manifiesto el creciente interés por los productos gourmet con historia y alma. No es simplemente un capricho de ricos, sino un reconocimiento al valor de la autenticidad, de la artesanía y del sabor excepcional. El comprador, un anónimo amante del buen queso, no solo ha adquirido un producto excepcional, sino una pequeña pieza de la historia gastronómica de España.
Este récord, el tercero que bate el Cabrales, nos invita a reflexionar sobre el valor que damos a los alimentos. En un mundo dominado por la producción en masa y la uniformidad, el Cabrales representa la resistencia, la singularidad y la búsqueda de la excelencia. Es un recordatorio de que el verdadero lujo no reside en el precio, sino en la calidad, en la tradición y en la pasión que se esconde detrás de cada bocado.
¿Se imaginan el sabor de este queso excepcional? Un sabor que evoca la humedad de la cueva, la frescura de la montaña y el saber hacer de generaciones de queseros. Un sabor que perdura en el paladar y nos transporta a un lugar mágico, donde el tiempo parece detenerse. El Cabrales no es solo un queso, es una obra de arte comestible, un símbolo de la riqueza gastronómica de Asturias y una joya culinaria que merece ser descubierta y disfrutada. Y si bien no todos podemos permitirnos pagar 36.000 euros por un trozo, sí podemos apreciar el valor de la tradición, la artesanía y el sabor único de este queso legendario. Quizás, la próxima vez que degustemos un queso, nos detengamos un momento a pensar en todo el trabajo, la dedicación y la pasión que se esconde detrás de cada mordisco. Porque el verdadero placer gastronómico no reside solo en el sabor, sino también en la historia que cada alimento nos cuenta.
Fuente: El Heraldo de México