
21 de julio de 2025 a las 06:10
Airbnb en CDMX: ¿desplazando a los locales?
La sombra de Airbnb se extiende sobre la Ciudad de México, tejiendo una compleja red de más de 26,000 alojamientos que flotan en un limbo entre la oportunidad turística y la inaccesibilidad habitacional. Imagine usted, querido lector, más de 26,000 casas y departamentos, habitaciones privadas y compartidas, danzando al ritmo de las reservas vacacionales, mientras miles de capitalinos buscan un hogar en una ciudad que se les escapa entre los dedos. Inside Airbnb, esa ventana indiscreta hacia el impacto de la plataforma, nos revela una verdad incómoda: estas propiedades, concebidas para el turismo efímero, se convierten en espejismos para quienes anhelan echar raíces en la vibrante capital.
La paradoja se agudiza. Mientras un viajero disfruta de una estancia placentera, un vecino se enfrenta a la creciente dificultad de encontrar un lugar para vivir. El ruido de las maletas, las fiestas improvisadas, el ir y venir constante de desconocidos: la tranquilidad del barrio se transforma en un eco de la industria turística. ¿Es justo, acaso, que la promesa de una experiencia viajera se construya sobre la exclusión habitacional de los propios habitantes? Inside Airbnb nos alerta: muchos de estos anuncios operan al margen de la legalidad, disfrazados de residencias particulares mientras funcionan como hoteles clandestinos.
Las cifras, frías y contundentes, nos dibujan un panorama desolador. Un promedio de 83 noches de alquiler por propiedad, a un precio medio de 1,410 pesos por noche. Un negocio redondo para algunos, una losa pesada para muchos. De las 26,067 viviendas anunciadas, la gran mayoría, 17,163, son alojamientos completos, arrebatados al mercado inmobiliario tradicional y entregados al voraz apetito del turismo. Las habitaciones privadas, 8,646, y las compartidas, 170, completan el mosaico de una oferta que se expande a costa del derecho a la vivienda.
Y en el corazón de la metrópoli, la alcaldía Cuauhtémoc, se concentra la mitad de estos anuncios, 12,030. Irónicamente, la misma demarcación que alberga la mayor riqueza cultural de la ciudad, museos, teatros, el zócalo vibrante, se convierte en el epicentro de esta problemática. La presión sobre el mercado inmobiliario se intensifica, empujando los precios al alza y dejando a su suerte a quienes buscan un hogar en el centro neurálgico de la capital.
La figura del anfitrión, omnipresente y a veces invisible, adquiere dimensiones desproporcionadas. Algunos acumulan un portafolio de propiedades que rivaliza con las cadenas hoteleras. El caso de "Blueground", con 242 anuncios a su nombre, ilustra la magnitud del fenómeno. ¿Qué implicaciones tiene esta concentración de la oferta en manos de unos pocos? ¿Cómo afecta al equilibrio del mercado inmobiliario y al acceso a la vivienda para los ciudadanos?
La situación exige una reflexión profunda. La Ciudad de México, crisol de culturas y motor económico del país, se enfrenta a un desafío crucial: conciliar el desarrollo del turismo con el derecho a la vivienda de sus habitantes. El debate está abierto. ¿Cómo regular la actividad de plataformas como Airbnb sin ahogar la innovación? ¿Cómo garantizar que el turismo, fuente de riqueza y desarrollo, no se convierta en un agente de desplazamiento y exclusión? El futuro de la ciudad, y el bienestar de sus habitantes, dependen de las respuestas que encontremos.
Fuente: El Heraldo de México