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21 de julio de 2025 a las 09:20
Adán: ¿Traicionado por los suyos?
La madeja de la corrupción parece no tener fin. Cada hebra que se tira desvela una nueva capa de turbiedad, un nuevo nombre, una nueva conexión. Y en el centro de esta maraña, la figura de Adán Augusto López Hernández se vuelve cada vez más opaca, más cuestionable. La sombra de la sospecha se cierne sobre su trayectoria, desde Tabasco hasta la Secretaría de Gobernación, dejando un reguero de interrogantes que exigen respuestas.
El caso de Avacor no es un incidente aislado, sino un síntoma de un mal mayor. No hablamos simplemente de una empresa sancionada, sino de un entramado de influencias que teje una red de complicidades. Un sistema donde los contratos millonarios se otorgan no por mérito, sino por cercanía, por amistad, por lealtades que se forjan en los pasillos del poder. ¿Cómo es posible que una empresa con antecedentes de irregularidades, con multas e inhabilitaciones, siga recibiendo contratos por sumas exorbitantes? ¿Qué mecanismos permiten que la información falsa se cuele en los procesos de licitación? ¿Quién supervisa, quién controla, quién se beneficia?
La relación entre Carlos Prats García y el exsecretario de Gobernación no es una simple coincidencia. Es un vínculo que se remonta a décadas atrás, a Tabasco, a los años noventa. Una amistad que, a la luz de los hechos, se antoja sospechosamente provechosa. ¿Es casualidad que Avacor haya prosperado durante la gestión de Adán Augusto en Gobernación? ¿Es mera coincidencia la lluvia de contratos, los millones que fluyeron hacia las arcas de esta empresa y sus asociadas?
La Auditoría Superior de la Federación ha hablado. Los informes oficiales documentan sobreprecios, retrasos en las entregas, irregularidades flagrantes. El SAT, con sus investigaciones, confirma la existencia de transferencias sospechosas, inconsistencias fiscales, triangulaciones, domicilios fantasma. El panorama es desolador, un escenario donde la opacidad y la impunidad parecen ser la norma.
Y mientras tanto, Adán Augusto se declara "a disposición de cualquier autoridad". Una frase hecha, un recurso retórico que suena a evasiva, a intento de desviar la atención. Pero la realidad es que el fuego ya le lame los talones. La crisis de seguridad en Tabasco, con la fuga de su exsecretario, y el escándalo de Avacor lo acorralan, lo ponen contra las cuerdas.
¿Qué hay detrás de esta historia? ¿Cuáles son los hilos invisibles que mueven los engranajes de este sistema? ¿Hasta dónde llega la red de complicidades? Son preguntas que resuenan con fuerza, que exigen una investigación exhaustiva, una respuesta contundente. El pueblo mexicano merece saber la verdad. Merece que se haga justicia. Merece que la corrupción, en todas sus formas, sea erradicada. La historia de Avacor no es solo la historia de una empresa corrupta, es la historia de un sistema quebrado, un sistema que necesita ser reparado desde sus cimientos.
Fuente: El Heraldo de México