La furia de la naturaleza se desató la tarde del sábado 19 de julio en la Alcaldía Magdalena Contreras, dejando a su paso un panorama desolador. Una intensa lluvia, como pocas veces se ha visto, provocó el desbordamiento del río Magdalena, transformando las calles Hortensia y Palma, en la colonia Lomas Quebradas, en un torrente embravecido que arrastró todo a su paso. Imaginen la escena: la tranquilidad de un sábado por la tarde interrumpida por el rugido del agua, casas inundadas, vehículos –al menos 50 automóviles y 6 motocicletas, según los primeros reportes– arrastrados por la corriente como si fueran juguetes, el nivel del agua alcanzando, en algunos puntos, ¡hasta un metro de altura! Un escenario que parece sacado de una película, pero que lamentablemente se convirtió en la realidad para los vecinos de esta colonia.

Las familias afectadas, aún conmocionadas, observan con impotencia los estragos causados por la inclemencia del tiempo. Muebles inservibles, pertenencias irrecuperables, el trabajo de toda una vida amenazado por el lodo y el agua. La magnitud de la tragedia es palpable en cada rincón de la colonia Lomas Quebradas, un testimonio silencioso del poder devastador de la naturaleza.

Afortunadamente, y gracias a la rápida respuesta de los cuerpos de emergencia, no se registraron pérdidas humanas. Protección Civil, Bomberos, elementos de la Secretaría de Seguridad Ciudadana y personal de la Guardia Nacional se desplegaron en la zona afectada, trabajando incansablemente en las labores de rescate, limpieza y desazolve. Una verdadera cadena humana de solidaridad se ha formado para ayudar a los damnificados a recuperar, en la medida de lo posible, la normalidad de sus vidas.

Pero la tragedia no se limitó a la colonia Lomas Quebradas. La avenida Luis Cabrera, en su cruce con Huachinango y Héroes de Padierna, en la colonia San Jerónimo Lídice, también sufrió las consecuencias de la intensa lluvia. Vehículos varados, calles cubiertas de tierra, basura y hojas, coladeras tapadas… Un caos vial que puso a prueba la paciencia de los conductores y la capacidad de respuesta de las autoridades. Personal de la Policía Metropolitana, sectorial y de Tránsito de la SSC, se encuentran en la zona liberando vehículos, retirando escombros y destapando coladeras, en un esfuerzo por restablecer la circulación y devolver la tranquilidad a los habitantes de la zona.

Las autoridades locales hacen un llamado a la solidaridad y a la prevención. Se han habilitado centros de acopio para recibir donaciones para los damnificados y se exhorta a la población a mantenerse informada a través de los canales oficiales, a fin de evitar riesgos y seguir las indicaciones de las autoridades. En momentos como estos, la unidad y la cooperación son fundamentales para superar la adversidad y reconstruir lo que la naturaleza ha destruido. La Magdalena Contreras se levanta hoy con la frente en alto, dispuesta a recuperarse de este duro golpe y a demostrar, una vez más, la resiliencia de su gente.