Sumergirse en la historia de Cruz Azul es como recorrer un álbum de cromos repleto de figuras legendarias. Más allá de los nombres que resuenan con fuerza en el imaginario colectivo, como Hermosillo, Abreu, Palencia, Villa o el "Cabecita" Rodríguez, existe un pionero, un artillero que labró el camino para las futuras generaciones de goleadores celestes. Hablamos de un hombre que, con la camiseta azul bien ceñida, inscribió su nombre en letras doradas en la década de los 70: Horacio López Salgado.

Mucho antes de que el Estadio Azteca vibrara con los goles de Hermosillo, López Salgado ya hacía estallar las gargantas de la afición cementera. Originario de la pintoresca Taxco, Guerrero, este joven delantero llegó a la Noria con 26 años, tras un breve paso por las filas del América. Si bien con las Águilas alzó el título de liga en la temporada 70-71, fue en Cruz Azul donde realmente desplegó sus alas y se convirtió en un ídolo indiscutible.

La temporada 74-75 marcó un hito en la carrera de López Salgado y en la historia de la Máquina. Con una voracidad goleadora impresionante, "El Guerrero" conquistó el título de goleo con 25 dianas, una cifra que en aquella época resultaba extraordinaria. Este logro no solo lo consagró como el primer campeón de goleo de Cruz Azul, sino que también lo catapultó a la élite del fútbol mexicano.

Su olfato goleador lo convirtió en una pieza fundamental del equipo cementero durante la época dorada de los 70. Con sus 133 goles, López Salgado se ubica como el segundo máximo anotador histórico del club, solo superado por el legendario Carlos Hermosillo. Un récord que habla por sí solo de su capacidad goleadora y su impacto en la institución.

Su talento no pasó desapercibido para la selección nacional. Formó parte del plantel que disputó el Mundial de México 70, aunque su participación se limitó a dos encuentros. A pesar de no haber anotado en la justa mundialista, López Salgado defendió la camiseta tricolor en 50 ocasiones, marcando 13 goles.

Tras colgar las botas, "El Guerrero" continuó ligado a Cruz Azul, compartiendo su experiencia y sabiduría como entrenador de fuerzas básicas. Hoy, a sus 75 años, Horacio López Salgado es una leyenda viviente del fútbol mexicano y un símbolo de la grandeza de Cruz Azul. Su nombre, aunque a veces olvidado por las nuevas generaciones, permanece grabado en la memoria de aquellos que tuvieron el privilegio de presenciar su magia en el terreno de juego. Un recordatorio de que la historia de un club se construye con el esfuerzo y la dedicación de hombres como él, pioneros que abrieron el camino para las futuras estrellas.