
19 de julio de 2025 a las 18:20
Explosión en Apatzingán deja daños
El terror se ha apoderado de la tranquila localidad de El Mirador, en Apatzingán, Michoacán. La sombra del crimen organizado, representada por la alianza del Cártel Michoacán Nueva Generación (CMNG), conformada por Los Viagras y el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), ha sembrado el pánico entre sus habitantes. Un ataque con drones cargados de explosivos ha sacudido la paz de esta comunidad, dejando una estela de miedo e incertidumbre.
Imaginen la escena: el cielo, antes testigo silencioso de la vida cotidiana, se convierte en el escenario de una pesadilla. En menos de una hora, seis artefactos explosivos, lanzados desde drones, impactaron contra viviendas, convirtiendo el hogar, símbolo de seguridad y refugio, en un blanco vulnerable. El estruendo de las explosiones resonó en los oídos de los aterrados pobladores, quienes presenciaron con horror cómo sus casas y vehículos sufrían daños severos.
Afortunadamente, y casi de milagro, no se reportan heridos ni fallecidos. Sin embargo, el daño psicológico es profundo. El miedo se ha instalado en el corazón de El Mirador. Familias enteras, con el temor a ser las próximas víctimas, han emprendido la huida, dejando atrás sus hogares, sus recuerdos, sus vidas. Otras, con la angustia marcada en el rostro, planean abandonar el lugar que los vio nacer y crecer, en busca de un futuro lejos de la violencia.
Este cobarde ataque se produce en un contexto de creciente tensión en la región. Apenas unas horas antes, el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) atacaba la cabecera municipal de Tepalcatepec, demostrando su poderío y su afán de control. Casi simultáneamente, otro grupo del CMNG intentaba irrumpir en Felipe Carrillo Puerto (La Ruana), Buenavista, pero se encontró con la férrea resistencia de los habitantes, quienes, organizados en autodefensas, lograron repeler la agresión.
La situación en Michoacán es crítica. La violencia se extiende como una plaga, sembrando el terror y la desesperanza. Las autoridades deben actuar con contundencia para frenar el avance del crimen organizado y garantizar la seguridad de los ciudadanos. No podemos permitir que el miedo se apodere de nuestras comunidades. Es necesario implementar estrategias integrales que aborden las causas de la violencia y brinden oportunidades de desarrollo a las zonas más afectadas.
El Mirador, Tepalcatepec, La Ruana… son nombres que hoy resuenan como un grito desesperado. Un grito que clama por justicia, por paz, por un futuro libre de violencia. Es hora de que las autoridades escuchen este clamor y actúen en consecuencia. El futuro de Michoacán está en juego.
Fuente: El Heraldo de México