La tranquilidad vuelve a reinar en las calles de Nuevo León. Un esfuerzo conjunto, una sinergia entre autoridades y ciudadanía, ha logrado tejer una red de seguridad que se traduce en cifras alentadoras. La Mesa de Seguridad para la Construcción de la Paz, ese crisol donde convergen el estado, los municipios y las Fuerzas Armadas, se ha convertido en la piedra angular de esta transformación. Imaginen, una reducción del 74% en el promedio diario de homicidios dolosos comparado con los picos del año pasado. Un respiro, una bocanada de aire fresco para las familias que pueden volver a disfrutar de la vida sin el temor constante.

Y no solo eso, la lucha contra la violencia de género también muestra avances significativos. Un 82% menos de feminicidios en el primer semestre de 2024. Cifras que, si bien no representan una victoria completa, sí demuestran un compromiso real por erradicar este flagelo. El Gobernador Samuel García Sepúlveda lo ha dicho con claridad: este es un trabajo de todos. Una afirmación que resuena con fuerza en cada rincón del estado, porque la seguridad no se construye desde un escritorio, sino desde la calle, desde la colaboración, desde la confianza.

Detrás de estos logros se encuentra una estrategia meticulosa, una coreografía perfectamente orquestada que involucra a todos los actores. La Mesa Metropolitana, con su enfoque de Presencia Total, ha desplegado un abanico de operativos que actúan como un escudo protector. El Operativo Muralla, un verdadero muro de contención contra la incursión de grupos armados, blindando la zona metropolitana. Imaginen la fuerza de ese despliegue, la presencia constante que disuade a quienes buscan sembrar el caos.

Pero la seguridad no se limita a la contención, también se extiende a la prevención y la asistencia. El Grupo de Coordinación Metropolitana, un ejemplo de trabajo en equipo donde las autoridades unen fuerzas, comparten información y actúan de manera coordinada. Y para quienes transitan por las carreteras del estado, el Operativo Carrusel, en colaboración con la Guardia Nacional y la Defensa, brinda protección y auxilio en cada kilómetro.

La nueva Fuerza Civil, en conjunto con la Defensa, la Guardia Nacional y las policías municipales, ha demostrado su eficacia con un aumento significativo en las detenciones. Desde la resistencia a particulares hasta el narcomenudeo, pasando por lesiones culposas, robo y violencia familiar, ningún delito queda impune. Y lo más importante, cada captura es el resultado de un trabajo en equipo, de la coordinación entre las distintas fuerzas, demostrando que la unión hace la fuerza.

No se trata de una batalla ganada, sino de un camino recorrido con paso firme. La seguridad en Nuevo León se construye día a día, con el compromiso de todos. Un compromiso que se traduce en cifras, en resultados tangibles, pero sobre todo, en la tranquilidad de las familias, en la posibilidad de vivir en paz, de disfrutar de un estado que se transforma, que se levanta con la fuerza de la unidad. El futuro de Nuevo León se escribe con la tinta de la seguridad, con la esperanza de un mañana mejor.