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18 de julio de 2025 a las 09:20
Pemex en crisis: ¿El fin de una era?
La debacle de Pemex, una historia de decisiones cuestionables y posibles omisiones. La administración de Víctor Rodríguez Padilla se ha visto empañada por una serie de nombramientos y manejos que han despertado serias interrogantes sobre la gestión de la petrolera estatal. El caso de Néstor Martínez, ex director de Pemex Exploración y Producción (PEP), es particularmente llamativo. Su gestión, marcada por el cierre de pozos y una drástica caída en la producción, evoca los niveles de los años 80. A pesar del evidente impacto negativo de sus decisiones, Martínez no solo fue removido sino "premiado" con un puesto de asesor en la dirección general. ¿Quién lo protege? ¿Por qué no se le responsabiliza del daño patrimonial ocasionado?
La llegada de Ángel Cid Mungía a PEP, con la misión de revertir la situación, genera un contraste aún más marcado. Cid Mungía, quien ya estuvo a cargo de PEP en el sexenio anterior, enfrenta el desafío de reactivar los pozos cerrados e impulsar la producción, una tarea titánica considerando el contexto actual.
Las interrogantes se multiplican al analizar los movimientos en la Dirección Jurídica. La llegada de Rosa Bello Pérez significó una "limpia" de abogados con amplia experiencia en Pemex, reemplazados por conocidos de la nueva directora. Esta decisión, además de cuestionable, resulta inexplicable desde una perspectiva estratégica. ¿Por qué prescindir del conocimiento acumulado durante años de trabajo en la empresa? ¿Qué criterios se utilizaron para la selección del nuevo equipo legal?
El nombramiento de Carlos Armando Lechuga en Pemex Transformación Industrial es otro capítulo en esta historia de decisiones controvertidas. Su gestión, marcada por pérdidas millonarias, no ha generado las consecuencias esperadas. La falta de rendición de cuentas ante tales quebrantos alimenta las sospechas sobre posibles irregularidades y protección a ciertos funcionarios.
La reciente reestructuración de Pemex, lejos de solucionar los problemas, parece perpetuarlos. Lechuga, ahora director de Procesos Industriales, ha promovido a sus allegados a puestos clave, consolidando una red de influencias que genera inquietud. El caso de Blanca Mendoza, exsubdirectora de Abasto, y los sobrecostos logísticos generados por su gestión, ilustran la problemática. ¿Dónde está la intervención de la Secretaría de Anticorrupción y Buen Gobierno? ¿Por qué no se investigan y sancionan estas pérdidas millonarias?
La historia se repite con Sergio Rosado, señalado por la venta de coque de petróleo a precio regalado, y ahora premiado con la Gerencia de Administración de Transporte. La designación de Rubén Ramírez en la Subdirección de Fertilizantes, tras su cuestionable cálculo de inversión para la refinería de Dos Bocas, también levanta sospechas.
La lista de nombramientos cuestionables continúa con Julio César Alcázar, al frente de Pro Agroindustria, y Gabriel Cadena Salgado, en la estratégica Dirección Comercial, sin experiencia en el sector energético. La contratación de amigos y conocidos, algunos con señalamientos previos, refuerza la percepción de un manejo irregular de los recursos humanos en Pemex. El caso de Adriana Jaimes Bernal, gerente de Ventas, con vínculos con una comercializadora de Pemex, es un claro ejemplo de conflicto de interés.
La llegada de Jorge Alberto Aguilar López a la Subdirección de Control Interno Institucional y de Marcela Villegas a la Dirección Corporativa de Administración y Servicios, ambos con historiales que merecen un análisis exhaustivo, completan este panorama preocupante. Los despidos masivos de personal con amplia trayectoria en Pemex, mientras se contrata a allegados de los nuevos directores, son una muestra más de la gestión cuestionable de la petrolera.
La reunión del CEO de Baker Hughes con la presidenta Claudia Sheinbaum, en presencia de Bernardo Riojas, un empresario con vínculos con proyectos energéticos pasados, añade otra capa de complejidad a la situación. ¿Qué papel juega Riojas en esta ecuación? ¿Es un nuevo aliado o gestor de Baker Hughes en México?
En contraste con este escenario de incertidumbre, la inversión anunciada por Grupo Bimbo inyecta una dosis de optimismo en la economía nacional. La apuesta de Daniel Servitje por México, con una inversión millonaria que generará miles de empleos, representa una muestra de confianza en el potencial del país.
Este análisis plantea una serie de interrogantes cruciales que exigen respuestas claras y contundentes. La transparencia y la rendición de cuentas son fundamentales para garantizar la correcta gestión de Pemex y proteger el patrimonio de todos los mexicanos.
Fuente: El Heraldo de México