La indignación recorre México. El brutal asesinato de Karla Bañuelos, una joven de tan solo 28 años, ha conmocionado al país entero. El feminicidio, ocurrido en la madrugada del sábado 12 de julio en Guadalajara, Jalisco, ha dejado una profunda herida en la sociedad, exponiendo una vez más la vulnerabilidad de las mujeres ante la violencia machista. Las imágenes, captadas por las cámaras de seguridad de la propia víctima, son estremecedoras. Muestran la fría y calculada ejecución de Karla a manos de Kevin "N", tras una acalorada discusión. La violencia desatada, la impunidad que se respira en cada fotograma, ha generado una ola de protestas y exigencias de justicia en redes sociales y calles de todo el país.

El video, que se ha viralizado rápidamente, muestra a Kevin "N" llegando en una camioneta SUV blanca con detalles negros. La discusión con Karla se intensifica hasta que el agresor saca un arma larga y le dispara a quemarropa, dejándola sin vida en medio de la calle. La escena posterior es desgarradora: familiares y vecinos salen a la calle, impotentes ante la tragedia, mientras el asesino huye en su vehículo. Una niña de 12 años queda huérfana, un recordatorio brutal del costo humano de la violencia de género.

La Fiscalía del Estado de Jalisco ha activado el protocolo de feminicidio y se ha volcado en la investigación. Dos días después del crimen, la camioneta del presunto asesino fue localizada en el municipio de Tlajomulco de Zúñiga, aunque Kevin "N" continúa prófugo. La búsqueda se ha intensificado con cateos en cuatro domicilios en Guadalajara, incluyendo el lugar de trabajo del sospechoso, en las colonias Lomas de Oblatos, Medrano y Hermosa Provincia. Se han recogido testimonios y evidencias que podrían ser clave para su captura. La presión social es enorme, la exigencia de justicia resuena en cada rincón del país.

Este caso no es un hecho aislado. Es un reflejo de la violencia sistemática que sufren las mujeres en México. Es un grito desesperado que exige un cambio profundo, una transformación social que erradique la cultura machista y garantice la seguridad y la vida de las mujeres. La impunidad no puede ser una opción. La memoria de Karla Bañuelos y de todas las víctimas de feminicidio exige justicia, exige acción, exige un futuro libre de violencia. La sociedad mexicana está de luto, pero también está en pie de lucha. La lucha por la justicia para Karla es la lucha por un México más justo y seguro para todas las mujeres. ¿Hasta cuándo seguiremos contando estas historias? ¿Hasta cuándo la violencia seguirá arrebatando vidas y dejando un vacío irreparable en familias y comunidades? Es tiempo de actuar, es tiempo de exigir un cambio real. La vida de las mujeres no puede seguir siendo una estadística más.