Sumergidos en la pasión que despierta el Club América, un gigante del fútbol mexicano, es inevitable recordar a aquellos que forjaron su leyenda. Con el Torneo Apertura en pleno desarrollo, nos adentramos en la historia para descubrir a los primeros artilleros que con su talento y precisión, se consagraron campeones de goleo vistiendo la mítica camiseta azulcrema.

Mucho se habla de figuras como Zague, Cuauhtémoc Blanco, Octavio Vial o Henry Martín, nombres que resonaban en los estadios y llenaban de temor a las defensas rivales. Pero antes de ellos, otros guerreros abrieron el camino, dejando una huella imborrable en la historia del club.

Retrocedamos en el tiempo, a la época amateur, donde encontramos a Ernesto Sota, el pionero, el primer campeón de goleo americanista. En la temporada 1924-1925, con la fuerza de sus piernas y la precisión de un cirujano, Sota anotó 10 goles, una hazaña que lo consagró como el máximo artillero del campeonato. Nacido en 1896 y curtido en la Liga Mayor, su nombre se grabó con letras de oro en los anales del club. No se conformó con un solo título, su hambre de gol lo llevó a conquistar dos campeonatos más: en la temporada 1927-28 con 16 dianas, y en la 1929-30 con 12. Su talento innato trascendió las fronteras del club, llevándolo a representar a la Selección Mexicana en los Juegos Olímpicos de Ámsterdam 1928. Tras colgar las botas, su legado continuó, esta vez desde el banquillo, dirigiendo al equipo en 1935. Ernesto Sota, un nombre que evoca la grandeza del América en sus inicios.

El paso del tiempo y la profesionalización del fútbol mexicano trajeron consigo nuevos desafíos y nuevas leyendas. Eduardo González Palmer, nacido en Michoacán y formado en las entrañas del club, emergió como el primer campeón de goleo en la era profesional. En la temporada 58-59, con una potencia goleadora implacable, "El Palmer" marcó 25 goles en 26 partidos, una marca impresionante que lo catapultó a la cima de los goleadores. Sus 102 goles en competencias oficiales lo ubican en el séptimo lugar de los máximos anotadores del América, compartiendo un pedestal con figuras legendarias como Zague, Blanco, Vial, Martín, José Alves y Enrique Borja. Un nombre que merece ser recordado y celebrado por la afición azulcrema.

Estos dos nombres, Ernesto Sota y Eduardo González Palmer, representan el espíritu goleador que ha caracterizado al América a lo largo de su historia. Dos figuras que, con sus goles y su entrega, contribuyeron a construir la grandeza de un club que sigue inspirando pasión y orgullo en millones de aficionados. Un legado que se transmite de generación en generación, recordándonos que la historia del América se escribe con goles, con talento y con la inquebrantable búsqueda de la victoria.