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18 de julio de 2025 a las 17:10

¡Asalto a Rayados Teoloyucan!

La tranquilidad de un jueves por la mañana se vio brutalmente interrumpida en las canchas deportivas de Campo Palo Grande 2, en Teoloyucan, Estado de México. El equipo infantil "Rayados Teoloyucan", conformado por niños de entre 6 y 16 años, se encontraba en pleno entrenamiento, soñando con goles y victorias, cuando la pesadilla se hizo presente. Tres hombres, a bordo de motocicletas y armados, irrumpieron en el campo, sembrando el terror entre los pequeños deportistas y sus familias.

Imaginen la escena: niños con uniformes deportivos, corriendo tras un balón, padres y madres animando desde las gradas, entrenadores dando instrucciones… De pronto, el sonido de motores irrumpe en la armonía. Tres figuras amenazantes, encapuchadas, descienden de sus motocicletas y, con armas en mano, comienzan a exigir las pertenencias de los presentes. El pánico se apodera del lugar. Los gritos de los niños se mezclan con el llanto de los más pequeños. Los padres, impotentes, solo pueden observar cómo estos delincuentes despojan a las familias de sus vehículos: camionetas familiares, motocicletas, objetos de valor. Todo ocurre en cuestión de minutos, dejando tras de sí una estela de miedo e incertidumbre.

Más allá del impacto material, lo que realmente preocupa es el daño emocional infligido a estos jóvenes futbolistas. Ser testigos de un acto violento de esta magnitud, ser amenazados con armas de fuego a tan corta edad, deja cicatrices profundas. Los testigos afirman que los niños presentan graves secuelas emocionales, un trauma que podría afectar su desarrollo y su confianza en el futuro.

La comunidad de Teoloyucan se encuentra consternada. La Escuela de Fútbol Rayados Teoloyucan, un espacio que prometía "elevar el nivel futbolístico de los jóvenes mientras hacen nuevos amigos", se ha convertido en escenario de un crimen que ha sacudido a la población. Padres de familia y entrenadores exigen a las autoridades locales acciones inmediatas. No solo se trata de recuperar los vehículos robados, sino de llevar ante la justicia a estos tres hombres que han vulnerado la seguridad y la tranquilidad de un espacio dedicado a la formación deportiva de los niños. Se clama por atención psicológica urgente para los menores afectados, para ayudarles a procesar el trauma y a recuperar la confianza.

Este incidente nos obliga a reflexionar sobre la creciente inseguridad que afecta a nuestras comunidades. ¿Cómo es posible que un espacio deportivo, destinado a la recreación y al sano esparcimiento, se convierta en blanco de la delincuencia? ¿Qué medidas se deben tomar para garantizar la seguridad de nuestros niños y jóvenes? La respuesta no es sencilla, pero exige un compromiso de todos: autoridades, familias y sociedad en general. Es imperativo trabajar juntos para construir un entorno seguro donde nuestros niños puedan crecer y desarrollarse plenamente, sin el temor constante a la violencia.

La Escuela de Fútbol Rayados Teoloyucan, que se enorgullecía de ser "uno de los equipos con mayor proyección de la zona", ahora enfrenta un desafío mayor: recuperar la confianza de la comunidad y brindar el apoyo necesario a sus jóvenes futbolistas para que puedan superar este difícil episodio y volver a disfrutar del deporte que aman. El camino no será fácil, pero la solidaridad y el compromiso de todos serán fundamentales para lograrlo.

Fuente: El Heraldo de México