En San Pedro, el verano vibra con una energía especial. No se trata solo del calor y las vacaciones, sino de una iniciativa que está transformando la forma en que los niños y niñas de la colonia Los Pinos, y próximamente la Revolución 5to Sector, viven su tiempo libre. La Secretaría de Seguridad Pública, en una muestra de compromiso con la comunidad, ha puesto en marcha un innovador campamento de verano, un espacio donde la diversión y el aprendizaje se entrelazan para crear una experiencia inolvidable.

Imaginen un lugar donde los niños, de entre 6 y 12 años, no solo escapan del aburrimiento vacacional, sino que además adquieren herramientas vitales para construir un futuro más seguro. Este es el objetivo central del campamento, impulsado por el programa "Familias en Red" y la colaboración entre la Dirección de Prevención Social de la Violencia y el Instituto Municipal de la Familia San Pedro (Infamilia).

No se trata de un campamento tradicional. Aquí, las actividades van más allá de los juegos y el deporte, aunque estos también tienen un lugar destacado. Los pequeños exploran el mundo de la naturaleza a través de la creación de huertos, aprenden a trabajar en equipo en emocionantes rallies deportivos y, quizás lo más importante, desarrollan habilidades para el manejo de sus emociones y la prevención de accidentes. Dulce Morales Rascón, al frente de la Dirección de Prevención Social de la Violencia, lo describe con entusiasmo: un espacio para que los niños se diviertan, aprendan y, sobre todo, no se queden en casa durante las vacaciones. Una apuesta por la actividad, la convivencia y el crecimiento.

La magia de este campamento reside en su enfoque integral. Sandra Reyes, directora de Infamilia, destaca la importancia de la colaboración interinstitucional para lograr un impacto real en las familias sampetrinas. Este espacio no solo fortalece los lazos comunitarios y fomenta la convivencia entre los niños, sino que también ofrece un apoyo fundamental para las madres trabajadoras que pueden confiar en que sus hijos están en un entorno seguro y enriquecedor mientras ellas cumplen con sus responsabilidades laborales. El campamento se convierte así en un pilar de apoyo para toda la familia, un respiro en la rutina y una oportunidad para crecer juntos.

Este tipo de iniciativas demuestran que la recreación y la formación pueden ir de la mano. Más allá de las risas y los juegos, el campamento de verano de San Pedro siembra semillas de valores, fomenta la independencia y el liderazgo, y equipa a los niños con habilidades esenciales para la vida. Es una inversión en el futuro, un compromiso con la construcción de una comunidad más segura y resiliente, donde los niños no solo se divierten en verano, sino que aprenden a construir un futuro mejor. Y es que, en el corazón de cada actividad, late la esperanza de un futuro más brillante, un futuro donde la violencia no tenga cabida y la convivencia sea el motor del crecimiento.