
17 de julio de 2025 a las 04:05
Vence el calor veraniego con este truco japonés
El verano, con sus días abrasadores y noches sofocantes, puede convertir el descanso en una quimera. Levantarse irritable, con la sensación de no haber reparado las energías, se vuelve la norma. En Japón, un país familiarizado con la humedad y las altas temperaturas estivales, han desarrollado una serie de técnicas tradicionales para combatir el insomnio veraniego sin depender de la tecnología. Una de las más eficaces, sorprendentemente sencilla, es el yutanpo.
Aunque tradicionalmente se usa en invierno para calentar la cama, el yutanpo, una bolsa térmica, se transforma en un aliado refrescante durante el verano. Llenándola con agua helada o incluso con hielo, y colocándola en la cama minutos antes de dormir, se convierte en una superficie fresca donde apoyar los pies, la nuca o la espalda. Este contacto directo con el frío induce una bajada de la temperatura corporal que facilita la conciliación del sueño. Además, a diferencia de ventiladores o aires acondicionados, el yutanpo es silencioso, no consume energía y se puede reutilizar noche tras noche. Una solución ecológica, económica y eficaz.
Para potenciar aún más su efecto refrescante, podemos complementar el yutanpo con toallas de mano humedecidas, bien escurridas y enfriadas en la nevera. Aplicar estas toallas frías en puntos estratégicos como la frente, la nuca o el pecho, genera una sensación de frescor localizada que actúa como un disparador fisiológico, indicándole al cuerpo que es momento de relajarse y prepararse para el sueño. Imaginen la sensación de la toalla fría en la piel, el alivio inmediato del calor, una invitación a cerrar los ojos y dejarse llevar por la tranquilidad de la noche.
El ambiente del dormitorio también juega un papel crucial. En Japón, durante los días calurosos, es común mantener las casas cerradas y con las persianas bajadas para conservar la frescura en el interior. Al caer la tarde, se abren puertas y ventanas para ventilar y renovar el aire, creando un ambiente fresco y propicio para el descanso. Este simple hábito, adaptado a las particularidades de cada hogar, puede marcar la diferencia entre una noche de insomnio y un sueño reparador.
Lo más destacable de estas técnicas japonesas es su accesibilidad. No requieren grandes inversiones ni aparatos sofisticados. Cualquier botella resistente al frío puede sustituir al yutanpo, y cualquier toalla de mano sirve para aplicar compresas frías. Incluso en viviendas con poca ventilación, estas prácticas pueden mejorar significativamente la calidad del sueño. Se trata de pequeños gestos, inspirados en la sabiduría ancestral, que nos ayudan a reconectar con el ritmo natural del cuerpo y a disfrutar de un descanso pleno, incluso en las noches más calurosas del verano. Un descanso que nos permite afrontar el día siguiente con energía renovada y un mejor ánimo. No se trata solo de dormir, se trata de descansar, de recuperar la vitalidad y disfrutar plenamente de los largos días de verano.
Fuente: El Heraldo de México