
17 de julio de 2025 a las 21:45
Salud: ¿Qué dice de ti la frecuencia con la que vas al baño?
La regularidad en el baño, ese ritual tan cotidiano que a menudo pasa desapercibido, esconde en realidad un universo de información crucial sobre nuestro bienestar. Aunque la mayoría de nosotros solo prestamos atención a nuestras deposiciones cuando algo anda mal, la ciencia nos revela que la frecuencia con la que visitamos el inodoro puede ser un indicador vital de nuestra salud, un reflejo directo del complejo ecosistema que habita en nuestro intestino.
Un reciente estudio publicado en la prestigiosa revista Cell Reports Medicine ha arrojado luz sobre esta conexión, desvelando la intrincada relación entre la frecuencia de las deposiciones, la microbiota intestinal y la predisposición a diversas enfermedades, desde la enfermedad renal crónica hasta la demencia. Lejos de ser una simple curiosidad, este hallazgo nos invita a reflexionar sobre la importancia de observar nuestros hábitos y a comprender el lenguaje silencioso de nuestro cuerpo.
La investigación, que analizó los hábitos intestinales de más de 1400 participantes, clasificó a los individuos en cuatro grupos según su frecuencia de deposiciones: estreñimiento (menos de dos veces por semana), normal-bajo (de tres a seis veces por semana), normal-alto (de una a tres veces al día) y diarrea (cuatro o más veces al día). Al cruzar estos datos con análisis de sangre, información genética y estudios de la microbiota, los científicos descubrieron un patrón revelador.
Los extremos, tanto el estreñimiento como la diarrea, se asociaron con desequilibrios en la microbiota intestinal y un mayor riesgo de enfermedades. Quienes experimentaban estreñimiento, si bien presentaban una mayor diversidad de microbioma, también mostraban un aumento de metabolitos urinarios perjudiciales para el hígado y los riñones, incrementando el riesgo de enfermedades crónicas, incluyendo afecciones del sistema nervioso y la enfermedad renal crónica. Por otro lado, quienes iban al baño con excesiva frecuencia, presentaban una menor diversidad de microbioma, mayor inflamación y una mayor susceptibilidad a infecciones.
El punto óptimo, según el estudio, se encuentra en la frecuencia de una a dos deposiciones al día. Los participantes que se ubicaban en este rango no solo disfrutaban de una mejor salud intestinal, sino que también demostraban hábitos de vida más saludables en general, como una mayor ingesta de fibra, mayor consumo de agua y una mayor actividad física. Esta correlación sugiere que la frecuencia de las deposiciones no es simplemente un indicador, sino también un reflejo de un estilo de vida equilibrado.
La clave, según los investigadores, reside en la fermentación de la fibra. Las bacterias beneficiosas presentes en el intestino de aquellos con una frecuencia óptima de deposiciones se alimentan de la fibra y producen ácidos grasos de cadena corta, compuestos esenciales para la salud. En contraste, el estreñimiento se asocia con una fermentación proteica más perjudicial, generando toxinas que pueden impactar negativamente en la salud.
Estos hallazgos nos invitan a prestar atención a la frecuencia de nuestras deposiciones, no como un dato aislado, sino como una pieza clave en el rompecabezas de nuestra salud. Mantener una dieta rica en fibra, una adecuada hidratación y un estilo de vida activo son pilares fundamentales para cultivar una microbiota intestinal saludable y, en consecuencia, un bienestar integral. Si experimentas cambios significativos en tus hábitos intestinales, consulta con un profesional de la salud. Tu cuerpo te habla, aprende a escucharlo.
Fuente: El Heraldo de México