
17 de julio de 2025 a las 09:15
Rompe Monopolios con Claudia
La aprobación de la Comisión Nacional Antimonopolio marca un hito en la búsqueda de una economía más justa y equitativa para México. Este nuevo organismo, que sustituye a la COFECE, no se limita a un simple cambio de nombre, sino que representa una profunda transformación en la manera en que el Estado mexicano aborda la regulación de los mercados. Fortalecer la capacidad del Estado para prevenir y combatir monopolios es crucial para asegurar la libre competencia y evitar la concentración desmedida del poder económico, un mal que históricamente ha perjudicado a los consumidores y frenado el desarrollo de las pequeñas y medianas empresas.
Con la Comisión Nacional Antimonopolio, se busca democratizar la economía, terminar con las prácticas que distorsionan los mercados y asegurar que los beneficios del crecimiento lleguen a todos los sectores de la sociedad. La autonomía técnica y operativa con la que contará este nuevo organismo, así como la rigurosa selección de sus miembros a través de la ratificación del Senado, garantizan la imparcialidad y la eficacia en sus funciones. Este esquema escalonado en la designación de los miembros del Pleno es una muestra del compromiso con la continuidad y la especialización técnica, elementos esenciales para la correcta aplicación de la ley y la generación de políticas públicas que promuevan la competencia.
Es fundamental comprender que la concentración del poder económico no solo afecta los precios de los bienes y servicios, sino que también tiene un impacto significativo en la innovación, la calidad y la diversidad de la oferta. Cuando unos pocos controlan el mercado, se limita la entrada de nuevos competidores, se frena la innovación y se reduce la capacidad de elección de los consumidores. La Comisión Nacional Antimonopolio, con sus amplias facultades para investigar, inspeccionar y sancionar, se convierte en una herramienta indispensable para romper estos círculos viciosos y promover un mercado dinámico y competitivo.
La intervención de la Comisión en sectores estratégicos como las telecomunicaciones y la radiodifusión es particularmente relevante. En un mundo cada vez más digitalizado, el acceso a la información y la conectividad son fundamentales para el desarrollo social y económico. La Comisión Nacional Antimonopolio tendrá la responsabilidad de asegurar que estos sectores no estén dominados por unos cuantos, garantizando así el acceso equitativo a estos servicios esenciales para la ciudadanía.
Este cambio no es un hecho aislado, sino que se enmarca dentro de un proyecto más amplio de transformación nacional, liderado por la presidenta Claudia Sheinbaum. Este proyecto busca un crecimiento económico más justo y una distribución más equitativa de la prosperidad, principios fundamentales de la Cuarta Transformación. La creación de la Comisión Nacional Antimonopolio es una pieza clave en esta estrategia, ya que al limitar el poder excesivo de ciertos grupos económicos, se crea un terreno más nivelado para el desarrollo de las pequeñas y medianas empresas y se promueve una mayor participación de todos los actores económicos. En definitiva, se trata de construir un México donde el poder económico esté al servicio del pueblo y no al revés.
La Comisión Nacional Antimonopolio representa la esperanza de un futuro con mayor justicia económica, donde la prosperidad se comparta y las oportunidades estén al alcance de todos. Un futuro donde el mercado sea un motor de desarrollo inclusivo y no un instrumento de concentración de la riqueza en unas pocas manos. Este es el camino hacia una economía más justa, más dinámica y más democrática.
Fuente: El Heraldo de México