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17 de julio de 2025 a las 18:40

Pizza para niños: ¿Sí o no?

¡La pizza, esa delicia que conquista corazones (y estómagos) de todas las edades, especialmente los de los más pequeños! Su aroma, su sabor… ¡es casi irresistible! Pero, ¿cómo podemos integrarla en la alimentación infantil sin preocuparnos por su valor nutricional? Ahí está el quid de la cuestión.

Es cierto que la imagen clásica de la pizza, con su masa blanca, queso derretido y pepperoni, no es precisamente un ejemplo de alimentación saludable. Pensemos en las calorías, las grasas saturadas, el exceso de sodio… Ingredientes que, consumidos en exceso, pueden contribuir al sobrepeso, problemas digestivos y otras complicaciones a largo plazo. No se trata de demonizar la pizza, sino de ser conscientes de su composición y, sobre todo, de buscar alternativas más saludables.

¡Y las hay, y muchas! La clave está en la creatividad y en la elección inteligente de los ingredientes. Imaginen una base de masa integral, rica en fibra, o incluso una base de coliflor para los más atrevidos. En lugar de queso procesado, optemos por quesos frescos bajos en grasa, como el queso mozzarella light o incluso un rico queso ricotta. Y en cuanto a los toppings, ¡el límite es la imaginación! Championes, pimientos, cebollas, espinacas… Una explosión de color y sabor que, además, aporta vitaminas y minerales esenciales para el crecimiento. ¿Y qué tal unas tiras de pollo a la plancha o atún al natural en lugar de embutidos? Incluso podemos preparar una salsa casera con tomates frescos, hierbas aromáticas y un toque de aceite de oliva virgen extra, ¡mucho más saludable que las salsas comerciales!

Preparar pizza en casa se convierte así en una actividad familiar divertida y educativa. Los niños pueden participar en la elección de los ingredientes, en el amasado de la masa (¡una experiencia sensorial única!), en la distribución de los toppings… De esta manera, no solo aprenden sobre alimentación saludable, sino que también desarrollan habilidades culinarias y, lo más importante, crean un vínculo especial con la comida.

La clave, como en todo, está en el equilibrio. No se trata de prohibir la pizza, sino de integrarla de forma inteligente en una dieta variada y equilibrada. Frutas, verduras, proteínas magras, legumbres, cereales integrales… Una alimentación completa y diversa es la base de una vida sana. La pizza, en su versión saludable y consumida con moderación, puede ser un capricho ocasional que todos, niños y adultos, podemos disfrutar sin remordimientos.

Recordemos que la alimentación infantil es fundamental para un correcto desarrollo físico y cognitivo. Inculcar buenos hábitos desde pequeños es una inversión en salud para toda la vida. Y la pizza, preparada con cariño e ingredientes saludables, puede ser una aliada en esta importante misión. ¡A disfrutarla en familia!

Fuente: El Heraldo de México