
17 de julio de 2025 a las 12:35
Padrastro mata a su hijastra por no soltar el celular.
La tragedia ha golpeado a la vibrante ciudad de Mumbai, dejando una sombra de dolor e incredulidad. Una niña de tan solo cuatro años, llena de vida y promesas, ha sido arrebatada de este mundo de la manera más cruel imaginable. El presunto culpable, su propio padrastro, un hombre de 40 años identificado como Imran Shaikh, ha sido detenido por las autoridades tras una investigación que ha conmocionado a la comunidad.
El macabro hallazgo del cuerpo de la pequeña flotando cerca del muelle Sassoon Dock, en las frías aguas del Mar Arábigo, desató una ola de indignación y tristeza. La policía, tras la denuncia de desaparición presentada por el propio Shaikh y la madre de la niña, Nazia, inició una minuciosa investigación que, con el análisis de las cámaras de seguridad de la zona, desveló la terrible verdad.
Las imágenes, mudos testigos del horror, mostraban a la pequeña caminando junto a su padrastro, una escena que se transformaría en la pieza clave para desentrañar el misterio. El seguimiento del recorrido de Shaikh, reconstruido paso a paso por los investigadores, condujo a su detención y posterior confesión.
En un escalofriante relato, el acusado habría admitido haber estrangulado a la niña en un arrebato de ira, motivado, según su declaración, por la molestia de verla usar un teléfono celular durante la noche. A esta justificación, se sumó la frustración que sentía por la supuesta interferencia de la pequeña en el tiempo que deseaba compartir a solas con su esposa. Un cúmulo de emociones negativas que, según la versión preliminar, lo llevaron a cometer el atroz crimen.
Tras el asesinato, Shaikh habría transportado el cuerpo de la niña hasta las proximidades del muelle, donde lo arrojó al mar, un acto de desolación que conmociona por su frialdad. El informe forense confirmó la causa de la muerte por estrangulación, coincidiendo con la confesión del detenido.
La madre de la pequeña, Nazia, sumida en un profundo estado de shock, ha sido llamada a declarar para esclarecer los hechos. Su testimonio es crucial para comprender el contexto familiar y determinar si tuvo algún tipo de participación o conocimiento previo del crimen. Mientras tanto, la comunidad exige justicia y que se aplique todo el rigor de la ley al responsable de este acto inhumano.
Diversas organizaciones y colectivos se han movilizado para brindar apoyo psicológico a Nazia y claman por una condena ejemplar para Shaikh. La sociedad india, conmocionada por este caso que expone la fragilidad de la infancia y la oscuridad que puede acechar en el seno familiar, espera con impaciencia el desarrollo de la investigación y el dictamen de la justicia. El futuro de Nazia y las consecuencias legales que enfrentará Shaikh se mantienen en vilo, mientras el eco del trágico destino de la pequeña resuena en la memoria colectiva. La pregunta que todos se hacen es: ¿cómo pudo suceder algo así? y ¿qué podemos hacer para prevenir futuras tragedias?
Fuente: El Heraldo de México