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17 de julio de 2025 a las 08:10
Obsesión mortal: el acoso del feminicida de Carla
La tragedia que envolvió la madrugada del 12 de julio a la colonia Oblatos, en Guadalajara, ha dejado una herida profunda en la sociedad mexicana. El feminicidio de Carla, una joven de tan solo 28 años, captado por una cámara de seguridad, ha desatado una ola de indignación y dolor. Las imágenes, que se han viralizado en redes sociales, muestran la crudeza de la violencia machista y la vulnerabilidad a la que se enfrentan miles de mujeres en el país. El video, un testimonio mudo del horror, revela los últimos minutos de vida de Carla, quien se enfrentó con valentía a su agresor.
El relato de los hechos, reconstruido a partir del video y los testimonios recogidos, es desgarrador. Carla, armada con una escoba rota, intenta defenderse del hombre que la acosa, un hombre identificado como Kevin. Sus gritos, pidiendo que se aleje, que la deje en paz, resuenan en la noche, mientras su familia, desde el interior de la casa, le ruega que entre, que no se exponga. La tensión palpable en la escena precede al brutal desenlace: Kevin saca un fusil de su camioneta y dispara a Carla en repetidas ocasiones, arrebatándole la vida en plena calle.
La indignación se mezcla con la impotencia al conocer los antecedentes del caso. El colectivo Sororas Violetas de Jalisco ha denunciado que Kevin acosaba a Carla desde hacía meses. Cynthya Rodríguez, una de las líderes del colectivo, ha revelado en una entrevista que Carla no quería tener ninguna relación sentimental con él, pero Kevin insistía, la buscaba, la acosaba. Este testimonio desmiente la versión inicial que circuló en algunos medios, que apuntaba a una relación sentimental previa entre la víctima y su agresor. La Fiscalía General del Estado de Guadalajara, en su último informe, ha negado también cualquier vínculo sentimental entre ambos, confirmando la versión del acoso sostenido por el colectivo y la familia de Carla.
La tragedia de Carla no es un caso aislado. Forma parte de una dolorosa estadística que refleja la violencia de género que azota a México. La pregunta que resuena ahora es: ¿cuántas Carlas más tendrán que perder la vida antes de que se tomen medidas efectivas para proteger a las mujeres? La denuncia de la familia y del colectivo pone de manifiesto la necesidad de que las autoridades actúen con diligencia ante las denuncias de acoso, proporcionando a las mujeres la protección que necesitan y evitando que estos casos terminen en tragedia.
La niña de 12 años que Carla deja huérfana es un símbolo de la profunda injusticia que representa este feminicidio. Su futuro ha quedado marcado por la violencia, por la ausencia de una madre que le fue arrebatada de la manera más cruel. La sociedad tiene la obligación de exigir justicia para Carla, de alzar la voz para que su caso no quede impune, y de trabajar para construir un futuro en el que ninguna mujer tenga que vivir con miedo. La memoria de Carla debe servir como un recordatorio constante de la urgencia de erradicar la violencia de género y de construir una sociedad más justa e igualitaria para todas las mujeres. El clamor por justicia no debe cesar hasta que se garantice la seguridad y la protección de todas las mujeres en México.
Fuente: El Heraldo de México