La sombra de la violencia machista vuelve a cernirse sobre el Estado de México. Un nuevo caso de feminicidio nos sacude y nos recuerda la persistente lucha que debemos librar contra esta lacra social. Brandon Jesús Herrera Gutiérrez, de quien hasta hace poco solo conocíamos su nombre, ahora es sinónimo de una tragedia que ha dejado un vacío irreparable en una familia y una profunda herida en nuestra comunidad. 55 años de prisión, el peso de la justicia sobre sus hombros, ¿será suficiente para reparar el daño causado? La respuesta, lamentablemente, es no. Ninguna sentencia puede devolver la vida a la víctima, ni borrar el dolor de sus seres queridos.

El 28 de agosto de 2023, en la colonia San Bartolomé Coatepec, municipio de Huixquilucan, la vida de una mujer fue arrebatada brutalmente. Las paredes de su hogar, que debieron ser un refugio, se convirtieron en el escenario de su último aliento. Una discusión, la chispa que encendió la furia de su pareja, Brandon Jesús Herrera Gutiérrez. De las palabras se pasó a la agresión física, culminando en el acto más atroz: la estrangulación. Un acto cobarde que silenció para siempre una voz, trunco sueños y dejó un futuro lleno de promesas sin cumplir.

La Fiscalía General de Justicia del Estado de México (FGJEM), con la precisión de un cirujano, reconstruyó los hechos. Cada pieza de evidencia, cada testimonio, fue cuidadosamente analizado para armar el rompecabezas de la tragedia. La investigación, exhaustiva y minuciosa, permitió esclarecer la secuencia de los acontecimientos y señalar con certeza al responsable. La orden de aprehensión no se hizo esperar y, gracias al trabajo coordinado entre la Fiscalía mexiquense, la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana federal (SSPC) y la Secretaría de Seguridad estatal (SSEM), Brandon Jesús Herrera Gutiérrez fue detenido en el municipio de Naucalpan. La justicia, aunque lenta, comenzaba a tomar su curso.

Tras las rejas del Centro Penitenciario y de Reinserción Social de Tlalnepantla, Herrera Gutiérrez enfrentó el peso de la ley. El juez, tras un proceso legal que analizó las pruebas presentadas, dictó sentencia: 55 años de prisión. Un largo periodo de tiempo para reflexionar sobre el acto cometido, para confrontar la magnitud de su crimen y, quizás, para encontrar un atisbo de arrepentimiento.

Sin embargo, más allá de la sentencia, este caso nos invita a reflexionar sobre la profunda problemática de la violencia de género en nuestra sociedad. Nos obliga a preguntarnos qué estamos haciendo mal, qué medidas debemos implementar para prevenir futuras tragedias. La educación, la concientización, la creación de redes de apoyo, son herramientas fundamentales en esta lucha. Debemos romper el silencio, denunciar cualquier indicio de violencia y tender una mano a quienes la sufren. Solo así podremos construir una sociedad más justa e igualitaria, donde la vida de las mujeres sea valorada y protegida.

El caso de Brandon Jesús Herrera Gutiérrez es un recordatorio doloroso de la realidad que vivimos. No podemos ser indiferentes ante el sufrimiento de las víctimas de feminicidio. Su memoria nos exige justicia, nos exige acción, nos exige un cambio. No podemos permitir que la violencia siga arrebatándonos vidas. Debemos trabajar juntos, como sociedad, para erradicar esta lacra y construir un futuro donde las mujeres puedan vivir libres de miedo.