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17 de julio de 2025 a las 07:50

Jitomatazo: ¿EU pagará el precio?

La reciente imposición de aranceles al jitomate mexicano por parte de Estados Unidos ha generado incertidumbre en el sector agrícola, sin embargo, desde Michoacán, el panorama se observa con cierto optimismo. Cuauhtémoc Ramírez, titular de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (SADER) en el estado, ha asegurado que esta medida no afectará significativamente a los productores michoacanos. Sus declaraciones se basan en la sólida estructura del mercado del jitomate en la entidad, donde la gran mayoría de la producción se destina al consumo interno.

Michoacán, un gigante en la producción de jitomate, registra una impresionante cosecha anual de 344 mil toneladas. De esta cantidad, 140 mil toneladas cruzan la frontera, representando el 4.7% de la exportación nacional de este producto. Si bien esta cifra no es menor, palidece en comparación con las 204 mil toneladas que se quedan en el país para abastecer el mercado local. Este enfoque en el consumo interno, según Ramírez, blinda a los productores michoacanos de las fluctuaciones del mercado internacional y de las medidas proteccionistas impuestas por otros países.

El Secretario de Agricultura estatal argumenta que el verdadero impacto de los aranceles se sentirá en los bolsillos de los consumidores estadounidenses. "Dos de cada tres jitomates que se consumen en Estados Unidos provienen de México," afirmó Ramírez, pintando un escenario donde la escasez de producto mexicano inevitablemente elevará los precios para el consumidor final. Esta dependencia del jitomate mexicano, convierte al consumidor estadounidense en el principal afectado por la medida, obligándolo a pagar más por un producto esencial en su dieta.

La confianza del gobierno michoacano se basa también en las gestiones que el gobierno federal está llevando a cabo con Estados Unidos. Se busca demostrar que la producción nacional de jitomate no representa una competencia desleal para los productores estadounidenses, desmintiendo así los argumentos que sustentan la imposición de aranceles. Estas negociaciones, aún en curso, buscan un acuerdo que beneficie a ambas naciones y garantice el flujo comercial del jitomate.

A pesar del optimismo, la situación amerita un análisis profundo. Si bien el mercado interno absorbe la mayor parte de la producción michoacana, la exportación representa una importante fuente de ingresos para muchos productores. Un cambio en las dinámicas del mercado internacional, como el que se está viviendo actualmente, podría generar un efecto dominó que impacte, aunque sea de forma indirecta, a la economía local.

Es importante destacar que Michoacán se ubica como el tercer estado con mayor exportación de jitomate en México, lo que lo posiciona como un actor clave en esta disputa comercial. El futuro del sector dependerá en gran medida del éxito de las negociaciones y de la capacidad del gobierno para diversificar los mercados y fortalecer el consumo interno. Mientras tanto, los productores michoacanos se mantienen a la expectativa, confiando en que la solidez de su mercado interno los protegerá de la tormenta. La pregunta que queda en el aire es si esta confianza será suficiente para sortear los desafíos que se avecinan.

Fuente: El Heraldo de México