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17 de julio de 2025 a las 10:15

INEGI reduce personal en 2025

La industria manufacturera mexicana continúa navegando en aguas turbulentas. Si bien el volumen de producción muestra signos de recuperación con un ligero incremento del 1%, la realidad del empleo en el sector pinta un panorama más sombrío. Cuatro meses consecutivos de contracción en el personal ocupado total, con una caída del 0.3% en mayo, encienden las alarmas y nos obligan a analizar las causas subyacentes de esta preocupante tendencia.

La profundización de la contracción anual, alcanzando un 1.8%, la mayor desde agosto de 2024, no es un dato menor. 27 meses consecutivos con tasas anuales negativas dibujan un escenario de fragilidad en el mercado laboral manufacturero, que exige medidas contundentes para revertir la situación. ¿Estamos ante un síntoma de una desaceleración económica más profunda o se trata de una reestructuración del sector impulsada por la automatización y la eficiencia? La respuesta, seguramente, es una combinación de ambos factores.

El análisis por subsectores revela las áreas más afectadas. La industria textil, con una caída del 2.49% en el personal ocupado, se lleva la peor parte. Le siguen la impresión e industrias conexas (-0.88%), la fabricación de equipo de transporte (-0.87%), la industria del papel (-0.77%) y la fabricación de productos a base de minerales no metálicos (-0.39%). Estas cifras nos invitan a reflexionar sobre la competitividad de estos sectores en el contexto global, y a preguntarnos qué estrategias se están implementando para fortalecer su posición en el mercado.

La paradoja entre el aumento en la producción y la disminución en el empleo plantea interrogantes cruciales. ¿Cómo es posible producir más con menos personal? La respuesta, en parte, radica en la incorporación de tecnologías que automatizan procesos y aumentan la eficiencia. Si bien esto representa un avance en términos de productividad, también plantea el desafío de la reconversión laboral y la necesidad de capacitar a los trabajadores para las nuevas demandas del mercado.

La disminución del 1% en las horas trabajadas por el personal ocupado total refuerza la idea de una mayor eficiencia en los procesos productivos. Sin embargo, también podría ser un indicador de una menor demanda que obliga a las empresas a reducir las jornadas laborales. Es fundamental analizar en detalle estos datos para comprender la complejidad del panorama y diseñar políticas públicas que promuevan el crecimiento económico y la generación de empleo de calidad.

El futuro de la industria manufacturera mexicana dependerá de la capacidad del sector para adaptarse a los cambios tecnológicos y a las nuevas dinámicas del mercado global. La inversión en innovación, la capacitación de la fuerza laboral y la creación de un entorno propicio para la inversión son claves para revertir la tendencia a la baja en el empleo y asegurar un futuro próspero para la industria y para el país. El desafío es grande, pero con una visión estratégica y un trabajo conjunto entre el sector público y privado, es posible construir un futuro más prometedor. La pregunta es, ¿estamos preparados para asumirlo?

Fuente: El Heraldo de México