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17 de julio de 2025 a las 09:20

¡Detrás del Robo al Poder Judicial!

La destrucción del patrimonio, un concepto que va más allá de lo tangible. Mientras que el daño a bienes materiales y financieros se castiga con la cárcel, la afectación del "know-how", esa invaluable experiencia y conocimiento acumulado en instituciones y empresas, permanece impune. ¿Cómo es posible que se valore más un edificio que el intelecto y la pericia de quienes lo construyeron y lo hicieron funcionar?

El caso de Mexicana de Aviación, en 2010, ilustra a la perfección esta trágica realidad. Se protegieron los aviones, se contabilizaron las pérdidas económicas, pero ¿qué pasó con los pilotos, con el personal de tierra, con las miles de horas de vuelo que representaban años de dedicación y profesionalismo? Simplemente se descartaron, como si su valor fuera nulo. Un desperdicio de talento y experiencia invaluable, un golpe bajo a la industria aeronáutica nacional.

Hoy, el Poder Judicial parece transitar el mismo camino. Se menosprecia la trayectoria de jueces, magistrados y ministros, profesionales que han dedicado años de estudio y práctica a la administración de justicia. Sus conocimientos, su experiencia en la interpretación de la ley, ¿acaso no constituyen un patrimonio invaluable para la sociedad? ¿Cómo se puede pretender una justicia eficiente si se desmantela el capital humano que la sustenta?

Este fenómeno no es exclusivo del sector público. Empresas, industrias y restaurantes con años de prestigio, construidos sobre la base del esfuerzo y la dedicación de su personal, ven cómo se desaprovecha su "know-how", la receta secreta de su éxito. Se ignora que la experiencia acumulada, la forma particular de hacer las cosas, es un activo intangible tan valioso, o incluso más, que los recursos materiales.

La hipocresía es palpable. Gobiernos que pregonan que "lo mejor de un país es su gente" mientras permiten la fuga de cerebros y el desmantelamiento de instituciones. Slogans vacíos que contrastan con la cruda realidad: el desprecio por el capital humano, la falta de protección para el patrimonio intangible.

Urge una reclasificación del concepto de patrimonio. Es necesario reconocer el valor de las personas, de su experiencia y conocimientos. Debemos proteger el "know-how", ese tesoro invisible que impulsa el progreso y el desarrollo. No podemos seguir permitiendo que la destrucción del capital humano quede impune. Es hora de valorar a quienes con su trabajo, dedicación y experiencia construyen el verdadero patrimonio de una nación. El futuro depende de ello.

Fuente: El Heraldo de México