Isaac del Toro, el joven ciclista bajacaliforniano que ha conquistado las carreteras europeas y se ha posicionado como una de las promesas más brillantes del ciclismo mundial, no deja de sorprendernos. No solo por sus impresionantes logros deportivos, como su reciente victoria en la Vuelta de Austria y su segundo puesto en el Giro de Italia, sino también por las anécdotas que revelan el impacto de su creciente fama.

En una conversación reveladora con David Faitelson en el programa "Faitelson sin censura", Del Toro compartió una experiencia peculiar que ilustra el contraste entre su reconocimiento internacional y la percepción que se tiene de él en su México natal. Imaginen la escena: un joven ciclista, pedaleando tranquilamente por las pintorescas calles italianas, es detenido por un policía. La tensión, la incertidumbre… ¿Habrá cometido alguna infracción? ¿Un problema con la bicicleta? Para sorpresa del propio Del Toro, el oficial se acerca, no con una multa en mano, sino con una petición: una fotografía.

Esta anécdota, contada con cierta incredulidad y humildad por el propio ciclista, pone de manifiesto cómo su nombre ya resuena con fuerza en el mundo del ciclismo, especialmente en países con una gran tradición en este deporte como Italia. Mientras que en México su figura aún se encuentra en proceso de consolidación, en Europa ya es reconocido como una estrella en ascenso. "Es algo que yo no entiendo", confesaba Del Toro a Faitelson, aún asombrado por el contraste entre la admiración que despierta en el extranjero y la relativa anonimidad que experimenta en su país.

El programa de Faitelson, conocido por su estilo incisivo y directo, sirvió de plataforma para que Isaac compartiera no solo esta curiosa experiencia, sino también sus reflexiones sobre el impacto de la fama en su vida. Con tan solo 21 años, Del Toro muestra una madurez admirable al afirmar que no busca el reconocimiento por sí mismo, sino que espera que este llegue como consecuencia natural de su esfuerzo y dedicación. Su objetivo principal es seguir mejorando, perfeccionar su técnica y alcanzar la cima del ciclismo mundial, no por la gloria personal, sino por la pasión que siente por este deporte.

Y hablando de apoyo, Del Toro no escatimó en elogios para su equipo, el UAE Team Emirates, una de las escuadras más prestigiosas del ciclismo internacional. "No es cualquier equipo", afirmaba con orgullo, destacando la calidad de sus compañeros, el profesionalismo del staff y el ambiente de camaradería que se respira en la formación. Este entorno, sin duda, juega un papel crucial en su desarrollo como ciclista y le proporciona las herramientas necesarias para alcanzar sus ambiciosos objetivos. La combinación de talento individual, apoyo de un equipo de primer nivel y una mentalidad ganadora, convierten a Isaac del Toro en una figura a seguir, un ejemplo para las nuevas generaciones de ciclistas mexicanos y una promesa de grandes triunfos para el deporte nacional. Ahora, la expectativa está puesta en sus próximas competencias, donde buscará seguir demostrando su potencial y consolidarse como uno de los grandes nombres del ciclismo mundial. ¿Logrará conquistar el Tour de France? El tiempo lo dirá, pero sin duda, el camino de Isaac del Toro está pavimentado con talento, dedicación y una pizca de surrealismo, como esa anécdota del policía italiano que, en lugar de una infracción, buscaba un recuerdo junto a la nueva estrella del ciclismo.