
17 de julio de 2025 a las 04:20
Chicharito: ¿Machista o malinterpretado?
El reciente video de Javier "Chicharito" Hernández en Instagram, donde cuestiona la postura feminista sobre el patriarcado y las labores domésticas, ha generado una ola de reacciones y reavivado el debate sobre la distribución desigual del trabajo en el hogar. Mientras el delantero mexicano parece encontrar más eco en las redes sociales con sus polémicas declaraciones que con su rendimiento en la cancha, sus palabras tocan un tema sensible que trasciende el ámbito deportivo.
La pregunta que lanza Chicharito, "¿Entonces quieres a un hombre proveedor pero para ti limpiar es opresión patriarcal?", refleja una incomprensión, o quizás una deliberada tergiversación, de los argumentos feministas. No se trata simplemente de "limpiar", sino de la carga mental y física que implica la gestión del hogar, una responsabilidad que históricamente ha recaído de forma desproporcionada sobre las mujeres, incluso cuando también trabajan fuera de casa. Estudios demuestran que, en promedio, las mujeres dedican significativamente más tiempo a las tareas domésticas y de cuidado que los hombres, lo que perpetúa una desigualdad que impacta en su desarrollo profesional, personal y emocional.
El concepto de "hogar como templo", mencionado por el futbolista, romantiza una visión tradicional de la familia que ignora las dinámicas de poder y las desigualdades que se reproducen en ese espacio. El feminismo no busca demonizar el hogar, sino visibilizar las injusticias que se perpetúan en su interior y promover una distribución más equitativa de las responsabilidades. No se trata de rechazar la figura del "proveedor", sino de reconocer que el cuidado del hogar y la crianza de los hijos son tareas compartidas que no deben recaer exclusivamente en las mujeres.
Las palabras de Chicharito adquieren mayor relevancia considerando su alcance como figura pública. En un contexto donde el machismo y la violencia de género siguen siendo una realidad, las declaraciones de personajes influyentes pueden contribuir a perpetuar estereotipos dañinos o, por el contrario, a promover una reflexión crítica y una transformación social. En este caso, el mensaje del futbolista parece alimentar la idea de que las reivindicaciones feministas son exageradas o incluso contradictorias, lo cual dificulta el avance hacia una sociedad más justa e igualitaria.
El mundo del fútbol, como cualquier otro ámbito social, no es ajeno a las dinámicas patriarcales. La desigualdad salarial, la menor visibilidad del fútbol femenino y la persistencia de estereotipos sexistas son solo algunos ejemplos de cómo estas estructuras de poder se reproducen en el deporte. Por ello, es fundamental que las figuras públicas del fútbol, como Chicharito, asuman su responsabilidad y contribuyan a generar un cambio positivo, en lugar de perpetuar discursos que refuerzan la desigualdad.
Es importante recordar que el feminismo no es un ataque contra los hombres, sino una lucha por la igualdad de derechos y oportunidades para todas las personas. Cuestionar los roles de género tradicionales y promover una distribución más equitativa del trabajo doméstico no implica negar la importancia de la figura masculina, sino construir relaciones más justas y equilibradas, donde tanto hombres como mujeres puedan desarrollar plenamente su potencial. El debate generado por las palabras de Chicharito es una oportunidad para reflexionar sobre estas cuestiones y promover un diálogo constructivo que nos permita avanzar hacia una sociedad más igualitaria.
Fuente: El Heraldo de México